En el frente de batalla contra el fuego están los brigadistas forestales, hombres y mujeres que arriesgan sus vidas para proteger nuestros bosques
En los últimos años, el bosque La Primavera, pulmón vital del Área Metropolitana de Guadalajara, ha sido escenario recurrente de incendios forestales que han devastado miles de hectáreas. Tan sólo en 2023 se registraron 87 siniestros que afectaron aproximadamente 2 mil 451 hectáreas, lo que representa cerca de 8 por ciento de su superficie total.
Como ha advertido la Universidad de Guadalajara, Jalisco se encuentra en los primeros lugares entre las entidades con más superficies quemadas. Hasta el 6 de marzo pasado se contabilizaban 149 incendios forestales en la entidad en lo que iba de 2025, mientras que el año pasado la cifra terminó siendo de 950.
Las causas principales incluyen prácticas agrícolas inadecuadas, quemas no controladas, expansión urbana desordenada y actividades recreativas irresponsables. El cambio climático, con sus olas de calor y sequías prolongadas, intensifica la frecuencia y la severidad de estos eventos. Para prevenir futuros desastres, es imperativo reforzar la vigilancia, instrumentar tecnologías de detección temprana y promover la educación ambiental entre la población. Además, se deben establecer y mantener cortafuegos, así como regular las actividades humanas en zonas de riesgo.
En el frente de batalla contra el fuego están los brigadistas forestales, hombres y mujeres que arriesgan sus vidas para proteger nuestros bosques. En Jalisco, más de mil 900 combatientes distribuidos en 191 brigadas trabajan incansablemente durante la temporada de incendios. Su labor, muchas veces en condiciones precarias y con escaso reconocimiento, es fundamental para salvaguardar la biodiversidad y la calidad del aire que respiramos. Su entrega y su sacrificio son pilares en la lucha por un futuro sostenible y la preservación de nuestros ecosistemas.