Celso García traza su delgada línea amarilla
Adriana López-Acosta Sandoval – Edición 445
Después de años de probar con cortometrajes, el cineasta estrenó su opera prima, coproducida por Guillermo del Toro, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara
En México, los tiempos del cine corren a cadencias dispares con los sueños de sus realizadores. Celso García, guionista y director, ganó 27 galardones internacionales por su cortometraje La leche y el agua. Corría el año 2007 y Celso, egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación del iteso, se declaraba listo, con guión y todo, para comenzar el proceso de su primer largometraje.
Sin embargo, tuvieron que pasar ocho años para que García regresara a la pantalla con La delgada línea amarilla, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara y comenzó con el pie derecho: la cinta se llevó tres galardones: Mejor Guión Iberoamericano, Premio Especial del Jurado a Largometraje Iberoamericano de Ficción y el Premio del Público a Mejor Película Mexicana de Ficción.
“Es largo el camino que un director de cine mexicano tiene que recorrer para poder concretar su ópera prima; el mío duró siete años”, explica el cineasta y añade que “es un camino enorme, difícil, un poco escabroso por lo complicado de levantar un proyecto de estas características, pero también reconfortante por ver en pantalla esa idea que concebiste hace tanto tiempo”.
No obstante, no caminó solo: contó con la compañía de Guillermo del Toro, Bertha Navarro y los veteranos actores Damián Alcázar, Joaquín Cosío y Silverio Palacios, así como del joven Américo Hollander. Y es que desde 2002, gracias al cortometraje Su radito, Celso se ha mantenido en contacto con Del Toro, quien al ver aquel proyecto le ofreció apoyo. Luego del éxito de La leche y el agua, García lo buscó para decirle que estaba listo para su opera prima. Y el cineasta cumplió su palabra. “Es el sueño de cualquier director de cine en México, tener el apoyo de Del Toro como productor. Él está ocupadísimo con muchos proyectos, pero siempre se da el tiempo de escucharte, ver cómo vas y en qué te puede apoyar”.
La delgada línea amarilla cuenta la historia de cinco hombres que, sin conocerse, deben trabajar juntos para pintar la línea de una carretera en algún lugar del desierto de San Luís Potosí. “El tema universal es la amistad, la familia, ese momento en el que nos damos cuenta de que olvidamos el camino que queremos seguir. De alguna forma quise reflejarlo en estos hombres que van pintando sobre la carretera una línea: ellos tenían objetivos, sueños, y este viaje les ayuda a darse cuenta y a que retomen el camino que iniciaron en la vida”.
Y aunque su opera prima apenas comienza su carrera, Celso ya tiene planes para su segundo largometraje, basado en la vida de Julia Pastrana, mexicana de principios de siglo con hipertricosis y que fue conocida como la “Mujer Mono”. m.
Para ver
:: Un video sobre la filmación de La delgada línea amarilla.