Bitácora del Sur: Mauricio Montiel Figueiras
Jorge Esquinca – Edición 487
Este poema es un buen ejemplo de su pasión por el cine y la fotografía, como también lo es de su manejo de nuestro idioma, una materia dúctil imantada por el sentido de la vista
Frágil poso esta luz en los confines de tu boca. Huella, íntimo rescoldo, sedimento de un sol que aún alumbra tu sangre, tus fértiles orillas, la urdimbre de tus huesos que se encoge ante la cercanía de la penumbra. Vago averno esta luz, herida que se abre como en un festín de dientes, labios escaldados, puertas a la noche que ya anida en tu garganta. Nada impide a tu lengua de aguacero enhebrar esta luz que ahora viaja rumbo a un áureo cataclismo, a algún delta que ha trazado tu saliva más allá del meridiano de la sombra; nada queda del fulgor que zozobra en tu inhalar, nada de aurora al despertar tu encía. Hay aquí sólo restos de una lámpara sagrada, fuegos fatuos reventando la floración de tu gemido. Ceniza, inagotable ceniza tras las aguas de tu boca.
Ascua terca, linterna en tu naufragio más profundo. Último cirio del sur esta luz que a duras penas ilumina la caverna de tu paladar.
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Al pie de este poema, el autor inscribe la siguiente leyenda: “Helmut Newton, Adriana Giotta, 2001”. Los inquietos lectores sabrán entonces que el texto reinventa una fotografía de uno de los más seductores artistas contemporáneos. Mauricio Montiel Figueiras (Guadalajara, 1968) regresa a la poesía con un libro estupendo: Cuaderno del Sur. Compuesto por tres capítulos: “Bitácora de los vientos”, “Bitácora de los hoteles abandonados”, “Bitácora del Sur”, el volumen es el diario de un viajero intrépido, que sabe conjugar con lúdica malicia los sortilegios del narrador y la visión del poeta. Pero hablar de “regreso” es quizá decir muy poco, pues, a lo largo de su trayectoria, que lo sitúa como uno de nuestros más notables prosistas, Mauricio ha hecho de la expresión literaria una forma a través de la que fluyen sus relatos, novelas y ensayos: La brújula hechizada (2009), Los que hablan (2013) y su más reciente Siempre tendrán hambre las sombras (2021). El poema al que acompañan estas líneas es un buen ejemplo de su pasión por el cine y la fotografía, como también lo es de su manejo de nuestro idioma, una materia dúctil imantada por el sentido de la vista. Mauricio Montiel Figueiras ha sido becario de la Fundación Rockefeller y del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Cuaderno del Sur acaba de ser publicado por Mano Santa Editores y puede leerse completo en manosantaeditores.wixsite.com/poesia