El ITESO arrancó en febrero de 2010 un programa de eliminación de unicel en sus cafeterías. Pero aún falta mucho para que la universidad sea un campus sustentable.
¿Cuánta basura generan las cafeterías del ITESO? ¿Cuánto le cuesta el desperdicio a los locatarios de comida de las cafeterías? ¿Cuántos años tardarán en biodegradarse —si es posible— los platos de unicel que se usaban en las cafeterías?
Según los cálculos del colectivo RedUC, formado por estudiantes del ITESO, la universidad tiraba más de 40 mil platos desechables cada mes, lo que significaba un costo de 9 mil pesos mensuales. Este colectivo impulsó un programa de sustitución de platos desechables de unicel por platos de plástico reutilizables, que fue aceptado por las autoridades universitarias y por los locatarios de las cafeterías, el cual fue puesto a funcionar en febrero de 2010.
En un inicio, los estudiantes dejaban un depósito de cinco o diez pesos por el plato, y el dinero se les regresaba al devolverlo. Ahora, el ITESO ha comprado platos de plástico para los locatarios, y en las cafeterías hay bandejas para depositarlos una vez que los estudiantes han separado sus desperdicios en tres botes separados: orgánica, inorgánica y PET.
De acuerdo con Jesús Murillo, encargado de Aseo y Limpieza de la Oficina de Servicios Generales, desde que ya no se usan los platos de unicel, el volumen de la basura generada en el ITESO ha bajado 60 por ciento aproximadamente. “Si antes sacábamos 20 bolsas, ahora son ocho”.
Sobre qué es lo que se hace con los residuos generados en el iteso, Armando Domínguez, supervisor de Aseo, comentó que los orgánicos sin grasa (como cáscaras de fruta y demás desechos que separan los locatarios) van a parar a la composta detrás de las Canchas sur. Cenobio Gómez, jefe de la Oficina de Servicios Generales, señaló que las latas, el papel y los envases de PET se van a un centro de acopio temporal y que después se los lleva la Fundación San Ignacio de Loyola para apoyar a la Ciudad de los Niños. En el caso de la basura que no está separada, la universidad paga por un servicio privado de recolección (empresa Basurama). m.
¡Adiós a las colillas!
Los jardines del ITESO son un emblema de la universidad… hasta que se tapizan con las colillas que tiran los fumadores. La nueva campaña de RedUC, que comenzó a mediados de noviembre, además de reducir la cantidad de colillas de cigarro tiradas en los jardines del campus, promueve que los fumadores usen las áreas designadas para ello y que tomen conciencia de los daños que provocan las colillas, como la filtración de sustancias peligrosas en el subsuelo.
RedUC evaluará los resultados en mayo de 2011.