El nuevo proyecto de Microsoft está fuera de los dispositivos electrónicos: han decidido abrir sus puertas para ofrecer trabajo permanente a personas con autismo.
“Microsoft es más fuerte cuando expandimos las oportunidades y tenemos una fuerza laboral diversa, que representa a nuestros clientes”. Con estas palabras, Mary Ellen Smith, la vicepresidenta corporativa de una las empresas de tecnología más grandes del mundo, hizo el anuncio de la nueva política laboral de la compañía: desde abril de 2015, sus puertas están abiertas para personas con autismo.
La noticia, publicada en el blog personal de la vicepresidenta, no es del todo extraña: ella misma es madre de un joven de 19 años con autismo. La medida responde, añadió Smith, a la búsqueda del gigante de la tecnología por integrar en sus filas a individuos con diferentes discapacidades. “Las personas con autismo tienen fortalezas que necesitamos en Microsoft. Cada individuo es diferente, algunos tienen la increíble capacidad de retener información, pensar a un nivel de detalle y profundidad específicos o sobresalen en matemáticas o programación”, agregó en su comunicado.
En su nuevo proyecto, Microsoft no va en solitario. Trabajará junto con Specialisterne, un emprendimiento surgido en Dinamarca que se especializa en encontrar espacios de inclusión laboral para personas que padezcan Trastornos del Espectro Autista (TEA). Según su sitio web, su objetivo es ir más allá del diagnóstico médico, centrándose “en el conjunto de habilidades especiales que a menudo lo acompañan: la atención al detalle, habilidades lógicas y analíticas muy desarrolladas, una capacidad superior a la media para concentrarse durante largos periodos de tiempo, diligencia y tolerancia cero a los errores”. Su objetivo, declaran, es conseguir un millón de empleos en el mundo para personas que padezcan autismo, déficit de atención, Tourette, Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), entre otros.
Además de la medida laboral, también están diseñando dispositivos wearables para personas con autismo.
El anuncio hecho por Mary Ellen Smith acerca de la inclusión laboral de personas con autismo, no es la primera iniciativa de Microsoft. A principios de este año se anunció la creación de Swarm, una bufanda inteligente que, a través de tecnología bluetooth y una aplicación en el smartphone, se calienta y vibra según los estados de ánimo que experimenta su portador, algo bastante útil en el caso de los autistas, quienes, por lo general, tienen dificultades para expresar sus sentimientos. El proyecto fue encabezado por Michele Williams cuando era becaria de Microsoft Research y fue concebido como una forma discreta de usar tecnología para vestir (wearable) en lugar de otros dispositivos médicos. m.
Para saber más
:: El sitio web de Specialisterne (en español).