La exposición fotográfica, fruto de un PAP, retrata a trabajadores del Instituto Cultural Cabañas y el Mercado Libertad (también llamado San Juan de Dios) y busca sus puntos en común para crear lazos
De la entrada del Instituto Cultural Cabañas (ICC) al mercado Libertad —mejor conocido como San Juan de Dios— hay 222 pasos. Esa distancia geográfica entre ambos destinos culturales se hizo más profunda cuando el hospicio cambió de vocación, en 1980, y se convirtió en un espacio dedicado a las artes. Así, donde antes existía un vínculo entre comerciantes y miembros del hospicio se erigió una barrera cultural que separa al Cabañas del resto del barrio de San Juan de Dios.
Con este antecedente, los miembros del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Museos y Comunidad —antes llamado Espacios Culturales y su Vínculo con la Comunidad Local— dedicaron el periodo Primavera 2015 a detectar los puntos en común entre ambos destinos culturales. El resultado fue la exposición fotográfica 222 Pasos, que de julio a agosto se exhibió en uno de los salones del Cabañas.
Coordinados por la profesora Brenda Valdés Rosas, estudiantes de Diseño, Ciencias de la Comunicación, Arquitectura y Gestión Cultural entrevistaron a los vecinos de los alrededores del ICC para entender la historia del barrio fuera de los libros de texto y saber cómo comenzar el diálogo desde el propio museo hacia su comunidad. Se encontraron con que algunos de los trabajadores más antiguos del mercado tenían por lo menos 20 años sin poner un pie en la entrada del Cabañas, y jóvenes que crecieron entre los pasillos de San Juan de Dios no conocían el interior del museo.
Por medio de la recomendación de Olga Ramírez, directora del ICC, contactaron al fotógrafo francés Gaal Cohen, quien realizó el retrato de 22 trabajadores del mercado Libertad, eligió a los más antiguos y a aquellos con historias interesantes en torno al barrio; además, se amplió el espectro con otras 22 fotografías de trabajadores del ICC: museógrafos, guías, guardias de seguridad, todos retratados en su contexto habitual de trabajo. “En lugar de hablar del museo, el espacio cultural o el edificio, hablamos de las personas, para que ellas mismas hablaran del edificio y el diálogo fuera más personal”, explica Sara Bross Jaime, de Ciencias de la Comunicación.
La exposición se inauguró en julio, en el mercado Libertad. Se diseñó un plano que vincula el mercado y el museo para guiar a los visitantes por el recorrido dentro del inmueble. “Aquí se dio una mediación entre dos instituciones que tienen muchos años de historia. Con esta iniciativa del ITESO se permitió una verdadera mediación y sanación social del distanciamiento que había existido entre ellos”, dice Cohen, autor de todos los retratos. m.