Música y ritos
Sergio Padilla – Edición 455
La expresividad y el significado de muchos rituales religiosos, culturales o civiles, dependen de la música. En el campo de la música clásica y la ópera hay diferentes ejemplos que recrean algunos rituales y nos acercan a su fuerza simbólica y expresiva
En El Principito, la obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry, el zorro le dice al Principito que “los ritos son necesarios”, definiéndolos como “lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a la otra”. El ser humano es constitutivamente un ser de ritos, mediante los cuales configura, se sitúa, se enfrenta y transforma la realidad. Los hechos más sencillos y los más complejos adquieren una densidad diferente a través de su expresión ritual, siempre y cuando ésta mantenga su frescura y su significatividad, pues de lo contrario se cae en la rutina y el rito pierde vitalidad y sentido.
El constitutivo estético de los ritos hace que la relación entre éstos y la música sea estrecha; por ejemplo, un rito religioso, como el de la Eucaristía, puede tener mayor o menor riqueza expresiva según el tipo o la calidad de la música que esté implicada. La expresividad y el significado de muchos otros tipos de rituales religiosos, culturales o civiles, dependen de la música. En el campo de la música clásica y la ópera hay diferentes ejemplos de obras que recrean diversos tipos de rituales y nos acercan a su fuerza simbólica y expresiva. Además, hay diferentes tipos de obras surgidas de la inspiración de los grandes compositores, que son frecuentemente utilizados para enriquecer ritos de diversa índole, ya sea religiosa, social, política o civil. También se podría decir que un concierto o una representación operística son, en sí mismos, completas y ricas expresiones rituales.
Puccini: Tosca
Kabaivanska-Domingo-Milnes
DG, 2005
Antes de la reforma litúrgica que promovió el Concilio Vaticano II (1962-1965), en la Iglesia católica era común la celebración de un rito religioso en el que se entonaba el himno cristiano Te Deum laudamos (A ti, Dios, te alabamos), con el fin de celebrar algún acontecimiento importante para ésta o para el pueblo. En el cierre del primer acto de la ópera Tosca, de Giacomo Puccini (1858-1924), se entona solemnemente este himno para celebrar la derrota de Napoleón Bonaparte mediante una brillante escena que recrea toda la fuerza y la majestuosidad del rito.
Mussorgsky-Boris Godunov
Lloyd-Borodina-Gergiev
Philips, 2002
Una celebración tan significativa como la coronación de un monarca no podría entenderse sin la música. Algunos de los grandes compositores escribieron partituras específicamente para tales ceremonias, mientras que otros recrearon, en algunas de sus óperas, escenas magistrales de esta índole. Uno de los ejemplos más logrados es la escena de coronación en la ópera Bodis Godunov, de Modest Mussorgsky (1839-1881), en la que se presenta toda la fuerza del ritual de la proclamación de Boris como nuevo zar, justo en la plaza del Kremlin.
Solemn High Mass in St. Peter’s
Herbert von Karajan and Wiener Philharmoniker
DG, 2004
El 29 de junio de 1985 tuvo lugar un acontecimiento inédito e histórico para la religión y la cultura:
en el marco de la celebración eucarística de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, presidida por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, en Roma, los cantos propios de la liturgia fueron tomados de la Misa de Coronación de W. A. Mozart (1756-1991). En aquella tarde, la inspiración del genio de Salzburgo enriqueció el ritual eucarístico en el que participaron el mítico director Herbert von Karajan y la Filarmónica de Viena.
Neujahrskonzert 2016 / New Year’s Concert 2016
Vienna Philharmonic-Mariss Jansons
Sony Classical, 2016
Entre los aficionados de todo el mundo a la llamada música clásica es un ritual escuchar, ya sea en directo o de forma diferida, el tradicional concierto de año nuevo que, durante los primeros minutos de cada 1 de enero celebra la Orquesta Filarmónica de Viena en la famosa sala dorada del Musikverein, y para el que cada vez se invita a un reconocido director orquestal. También es parte del ritual la interpretación, al final del evento, del vals El Danubio azul, de Johann Strauss (padre), y la Marcha Radetzky, de Johann Strauss (hijo).
Gaetano Donizetti: La fille du régiment
Natalie Dessay-Juan Diego Flórez
Virgin Classics, 2008
No es aventurado decir que una representación operística puede ser vista como un ritual, tanto por lo que sucede dentro del escenario, como por lo que pasa en la sala del teatro antes, durante y después de la representación. Uno de los rituales más significativos y emocionantes tiene lugar cuando los cantantes son largamente ovacionados después de algún aria y deciden repetir su interpretación. En los grandes teatros del mundo son pocos los artistas, como Juan Diego Flórez, que pueden presumir el hecho de haber repetido alguna de sus arias.