“Lo importante es ganar (y, si es necesario, competir)”

senus-429-deporte

“Lo importante es ganar (y, si es necesario, competir)”

– Edición 429

Los atletas hacen todo, o casi todo, por una medalla.

La que encabeza este texto es una frase fea. Certera, pero fea y cínica, incómoda para quien suspire con aquella del Barón Pierre de Coubertin, principal impulsor de los Juegos Olímpicos modernos: “Lo importante no es ganar, sino competir”.

Atletas famosos, autoridades olímpicas, agentes deportivos, entrenadores de élite: nadie que se dedique al deporte profesional se atribuiría públicamente la frase que encabeza este texto.

Y es que es una frase fea. Certera, pero fea y cínica, incómoda para quien suspire con aquella del Barón Pierre de Coubertin, principal impulsor de los Juegos Olímpicos modernos: “Lo importante no es ganar, sino competir”.

Estas palabras buscaron ser la columna vertebral del movimiento olímpico durante casi un siglo: un conjuro que alejaría a los malos espíritus del deporte profesional o politizado (el bloque soviético nunca hizo mucho caso) de los miles de chicos puros y amateurs que acudieron a las citas olímpicas de México, Múnich, Tokio, Roma o Montreal… hasta que llegó Barcelona.

Estados Unidos estaba cansado de perder en un deporte muy rápido y rentable inventado por ellos: el basquetbol. Y como “negociación” e “imposición” suenan casi igual, el poderoso Comité Olímpico estadunidense logró que naciera el Dream Team, una antología de jugadores de la NBA que se presentó en la capital catalana no para competir, sino para arrasar a sus contrarios. A Angola le ganaron por 68 puntos, a Alemania por 43, a Brasil por 44 y a Croacia, en la “gran” final, por 32.

El profesionalismo había llegado oficialmente a los Juegos Olímpicos para elevar los ratings televisivos (principal ingreso del Comité Olímpico Internacional: cobró casi 4 mil millones de dólares por transmitir Londres 2012), atraer patrocinadores, vender millones de souvenirs e inflar aún más las billeteras de los deportistas de elite (Michael Jordan o Earvin Magic Johnson ganaban hasta 100 veces más que casi todos sus contrincantes olímpicos).

A Londres 2012 acudirán los tenistas Roger Federer (ganancias anuales estimadas: 47 millones de dólares) y Rafael Nadal (32 millones), además de decenas de futbolistas que son propiedad de fondos de inversión que los tratan como un activo más. La medalla de oro que obtuvo en Beijing 2008 el futbolista Lionel Messi catapultó su jalón entre patrocinadores (Adidas, Konami o Pepsi le pagan al año unos 18 millones de dólares) y elevó su ficha a casi 400 millones.

Y no hay que olvidar los dopajes en plenas olimpiadas (alrededor de 100 casos desde 1968), ni las apuestas ilegales, una mafia capaz de mover en internet hasta 250 mil millones de dólares anuales. Hoy se apuesta por todo. Incluso (tápate los oídos, Coubertin), hay deportistas investigados por apostar contra sí mismos.

Dato extra: “Lo importante no es ganar, sino competir” ni siquiera es una frase de Coubertin, éste la retomó de un obispo estadunidense llamado Ethelbert Talbot. ¿Qué nos queda? m

 

¿Qué está en juego?

:: Juego sucio. Fútbol y crimen organizado, de Declan Hill (Editorial Alba)

:: Centro de Estudios Olímpicos.

:: “Olympic Changes: Dollars and Sense”, foro organizado por la PBS estadunidense en julio de 1996, con motivo de los Juegos Olímpicos de Atlanta:

:: Video de una polémica publicidad argentina en torno a las Islas Malvinas y Londres 2012.

:: Página Anti-Doping de Londres 2012.

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

El contenido es responsabilidad de los autores. Se permite la reproducción previa autorización del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO).

Notice: This translation is automatically generated by Google.