Portman, Clooney, Grant y el catalán que odiaba a las estrellas políticas

Portman, Clooney, Grant y el catalán que odiaba a las estrellas políticas

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Cuando un experto en comunicación política afirma, en una cumbre mundial de la materia, que Winnie Pooh –ese osito amarillo adicto a la miel– es el mejor lingüista de la historia, te ves obligado a revisar los apuntes de toda tu vida y analizar en qué te has equivocado. ¿Qué sabe él que no sepa yo?

Sucedió la tarde del miércoles 16 de mayo, durante la primera de las tres jornadas de la III Cumbre Mundial de Comunicación Política que alberga el ITESO, actividad que tendrá a más de 50 expositores de 12 países. Uno de ellos, Yago de Marta, experto español en oratoria, media training y especialista en entrenar políticos para que controlen sus nervios y se desenvuelvan en público con la soltura y gracia de Hugh Grant o Natalie Portman, cuyos atractivos rostros proyectó en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, soltó la noticia: ni Noam Chomsky ni nadie más: el mejor lingüista es Winnie Pooh. “No me gustan las palabras largas y aburridas”, parafraseó el español al oso, “me gustan frases como ‘vamos a comer’”. Y es que, sentenció, la política se trata de identificación, así que “si la gente no se puede identificar [con un candidato, por ejemplo] no vale de nada”. Y ahí es justo donde encaja la lingüística de Pooh, sencilla, directa, de fácil digestión para el común de los votantes: identifíquense conmigo, porque tengo necesidades tan básicas como las de ustedes.  

Una tarde hollywoodense

Al mismo tiempo que De Marta utilizaba a los ya citados Grant y Portman, además de al también actor Terry O’Quinn –el célebre John Locke en ese fenómeno televisivo llamado Lost– justo a un costado de la Sala central del auditorio, en la Sala B, el portugués Nuno Cruz le daba play al tráiler de la cinta Poder y traición (The Ides of March), donde Ryan Gosling (el tipo más cool de 2011 para la revista Time) interpreta al asesor de un político demócrata que busca ser candidato a la presidencia estadounidense (George Clooney).

La película, aseguró Cruz, resulta muy útil para entender la profesión que él ejerce, aunque reconoció que el nivel de profesionalización de los asesores políticos en Estados Unidos, tal como lo muestra la cinta, es superior al de Europa y tampoco tiene mucho que ver con lo que pasa en América Latina, pero qué buenos actores son esos dos.

Al dejar a Cruz para volver con De Marta, me doy cuenta que ahora tiene proyectado a Freddie Mercury como imagen de fondo… ¿Por qué? El español responde rápido a mi duda: porque Mercury le recomendó alguna vez a Franco de Vita [sic] que para triunfar en la vida (y en la política, añadiría el expositor) lo que se necesita es tener pasión. ¿Y qué es la pasión? “Sentir lo que dices”, acota De Marta antes de que los asistentes, unos 150, echen a volar su imaginación.

Pooh, Clooney, Portman, Grant, Mercury…, un peculiar combo de modelos y referentes para explicar y analizar los cómos y los porqués de la comunicación política contemporánea, aunque cabe decir que no fueron los únicos que aparecieron ese día en la cumbre. Unas cuatro horas antes de Cruz y De Marta, el gestor catalán Toni Puig habló de otros: los ciudadanos.

 

“Tendríamos que ser más fascinantemente interesantes”

“Los ciudadanos no son votantes, son ciudadanos”. Semejante obviedad, pero no por ello tantas veces olvidada por la clase política, forma parte de la larguísima lista de lo que Puig llama: “lo básico que olvidamos estúpidamente”.

Tres décadas de trabajo en la construcción y comunicación de la “Marca Barcelona”, uno de los modelos de desarrollo urbano más exitosos a nivel global en los últimos 30 años, le han servido para asegurar que si los ayuntamientos y los ciudadanos no se ponen a hablar de la ciudad que quieren en cinco, 10 o 20 años –pero a hablar de verdad, cara a cara y permanentemente– esa ciudad, cualquier ciudad, carecerá de futuro.

En el mismo auditorio y ante unas 500 personas que lo vieron caminar, gesticular, y maldecir los meros slogans publicitarios disfrazados de políticas ciudadanas, Puig deploró a los “Príncipes alcaldes”, a esos que se atragantan de poder, políticos que adoran ser fotografiados y que ante la televisión tienen un orgasmo.

“Que son huecos, que detrás de ellos no hay nada, ni corazón ciudadano. Son un puro producto de marketing. ¡Infames!”, soltó ese hombre calvo, sonriente, de grandes lentes rojos y admirador del modelo Barça, el equipo de futbol que decidió colocar por delante el trabajo en equipo, confiar en el talento de casa y olvidarse de las individualidades. “Lo más para el político es si sale en el periódico del día siguiente. ¡Qué estupidez! Se ha equivocado, tendría que ser una estrella de rock, o una vedette, pero no un político”.

¿Le gustarán a Puig las películas de Clooney, Portman y Grant? ¿Le gustará la música de Queen a ese sesentón que les suplica a los asesores y comunicadores políticos del planeta que sean “fascinantemente interesantes”?

No lo encontré para preguntárselo. 

MAGIS, año LXI, No. 505, mayo-junio de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de mayo de 2025.

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