Peña Nieto, Atenco y #YoSoy132

Peña Nieto, Atenco y #YoSoy132

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#Yo soy 132  se une a la voz de Atenco, de los indígenas, de las víctimas de los feminicidios, de los periodistas, de los movimientos estudiantiles…

Por una democracia auténtica (Manifiesto Yo soy 132).

Los jóvenes universitarios nos recuerdan que son un actor públicamente activo. No son indiferentes a la política, se indignan ante las violaciones a los derechos humanos y tienen buena memoria. Lo ocurrido en la Universidad Iberoamericana y la posterior constitución del movimiento #YoSoy132, son hechos que dan cuenta de esta juventud vibrante que actúa de cara al presente, sí, pero tomando en cuenta el pasado.

Uno de lo hechos que les generó indignación fue el ocurrido en San Salvador Atenco. Recordemos lo acontecido. El 23 de octubre del 2001 se anunció en México la construcción de un nuevo aeropuerto, para lo cual se iba a realizar la expropiación de casi 5000 hectáreas. Pero los campesinos de San Salvador Atenco se opusieron: les iban a pagar por sus tierras una cantidad indigna, además de que se les privaría de su fuente de sustento y de sus raíces culturales. Conformaron entonces el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, que luchó tan valientemente que en agosto de 2002 el entonces presidente Vicente Fox anunció la cancelación definitiva del proyecto del aeropuerto.

Para 2006 el frente continuaba activo y, en pleno preparativo del proceso electoral, anunció que se sumaba como simpatizante de La Otra Campaña ­–impulsada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)– y el subcomandante Marcos visitó San Salvador Atenco. Por considerarse a Atenco un pueblo en resistencia activa, era continua la presión policiaca hacia sus habitantes. La violencia estalló el 3 de mayo de 2006, cuando los policías municipales iniciaron el conflicto al entrar al pueblo e impedir que se instalaran unos vendedores de flores. Las agresiones subieron rápidamente de tono: varios policías del Estado de México quedaron gravemente lesionados y un niño de la comunidad, de catorce años de edad, murió a causa de una bala del tipo y calibre que usaba la policía del Estado de México.

Los gobiernos federal y estatal decidieron actuar conjuntamente y dar una lección a los habitantes de Atenco. Una lección que fuera difícil de olvidar: al transcurrir la tarde llegaron policías de diferentes corporaciones y en la noche tenían sitiada la población. El 4 de mayo, policías federales y estatales fuertemente armados y empleando un operativo de tipo militar entraron al pueblo. Impidieron la entrada y salida de los pobladores, además de que emplearon gas lacrimógeno para replegar a los habitantes. Realizaron cateos indiscriminados, pero también, en la medida que eran guiados por una persona de la comunidad, entraron a las casas donde podrían estar los simpatizantes del Frente de los Pueblos. Actuaron en forma extremadamente violenta: a los adultos mayores los ponían contra la pared o contra el piso, a los señalados como posibles simpatizantes los golpearon y subieron a camiones y camionetas. Participaron en este operativo la Policía Federal Preventiva, la Agencia de Seguridad del Estado de México y la Policía del Estado de México.

Pero la agresión y violación de derechos no terminó ahí: la policía del Estado de México llevó a los detenidos directamente de San Salvador Atenco al penal, sin pasar ante un ministerio público. Fueron alrededor de 200 personas sometidas que, en lugar de tardar dos horas en el trayecto, hicieron seis horas de viaje. En el camino continuaron los golpes sin importar que algunos detenidos fueran gravemente heridos y estuvieran desangrándose. Los amenazaron constantemente, a algunos de ellos se les dijo que morirían en ese camino. Además, por increíble y extremadamente grave que suene, los policías abusaron sexualmente de las mujeres. 30 de las 47 detenidas denunciaron que fueron abusadas en ese trayecto, sin importar que fueran jóvenes estudiantes o amas de casa. Al llegar al penal fueron incomunicados, algunos heridos no fueron adecuadamente atendidos, y continuaron violándose sus garantías de seguridad y acceso a la justicia.

Resulta poco creíble que, con el pretexto de restablecer el orden y la seguridad en San Salvador Atenco, el ahora candidato a la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, posibilitó que se violaran gravemente los derechos humanos de cientos de habitantes. Es un atropello sumamente grave a la dignidad, un abuso cometido por la autoridad contra personas que ya estaban indefensas, sobre todo en contra de las mujeres. Intentaron, con ese acto de brutal violencia, generar terror y quebrar la resistencia de la población. El mensaje era: no te metas en grupos que luchan para reivindicar sus derechos porque el gobierno te puede someter.

Pero los jóvenes de #YoSoy132 demuestran que no olvidan. Saben que Enrique Peña Nieto fue también responsable de las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en San Salvador Atenco. Se solidarizan con sus pobladores y claman justicia, porque solo así se podrá construir una democracia auténtica en México.

MAGIS, año LXI, No. 504, marzo-abril de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de marzo de 2025.

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