¿Para qué observa El Vaticano al Universo?

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¿Para qué observa El Vaticano al Universo?

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José Funes, jesuita argentino de 50 años, fue nombrado en 2006 director del Observatorio Vaticano, un organismo que desde 1891 trabaja para dos polos opuestos: el Papa y la comunidad científica internacional. De visita en el ITESO, Funes habló sobre este excepcional reto y las cosas en las que cree.

“No, no, no… En eso no se puede ser moderado”.

Afortunadamente, el jesuita José Funes (Córdoba, 1963) no se refería a una frase del Papa pidiendo reformas dentro del Vaticano, ni a una teoría sobre el origen del cosmos, ni a la posibilidad de que ciencia y fe encuentren puentes de entendimiento. Funes hablaba de su pasión por el futbol, en particular por River Plate, el club de la capital argentina y eterno rival de Boca Juniors.

Con el jet lag encima –llegó a Guadalajara procedente de Roma la noche del lunes 7 de octubre y se pasó un par de días en medio de conferencias y encuentros con académicos y estudiantes del ITESO, dentro del segundo encuentro “El humanismo y las humanidades en la tradición educativa de la Compañía de Jesús”–, el astrónomo hizo una breve pausa en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, para hablar sobre el Observatorio Vaticano, una icónica institución con quince integrantes y sedes en Tucson y Castel Gandolfo, cerca de Roma, que navega entre dos aguas con muy distintos oleajes: las ciencias duras y la fe, intentando crear vasos comunicantes entre ambas y equilibrarlas.

Funes, doctor en Astronomía —disciplina a la que considera un excelente instrumento apostólico—, no cree que algún día nos vayamos a topar con extraterrestres, pero sí está seguro de que el estilo del papa Francisco traerá nuevos aires a la iglesia Católica, la cual, a través del observatorio que él dirige, hace su aportación al incesante estudio del Universo, conformado por (siempre son datos que podrían cambiar mañana) unas 100 mil millones de galaxias, cada una con 100 mil millones de estrellas y cada una con sus respectivos planetas.

Literalmente, la Tierra es un grano de arena en la playa, y por eso Funes, admirador de hombres de ciencia y fe como el padre Kino, Christopher Clavius o Angelo Secchi y a quien películas como Contacto, Avatar o Star Trek Into Darkness le gustan y le parecen interesantes acercamientos a su disciplina, habló en el ITESO de humildad, de disciplina y creatividad a la hora de hacer ciencia y religión porque, como apuntó en el citado encuentro, a la teoría del Big Bang sobre el origen del Universo le faltan explicar muchas cosas, como el instante inicial, la materia oscura o la energía oscura.

Como jesuita y científico, subrayó una y otra vez que entre sus principales responsabilidades está tender puentes, reconciliar dos mundos teóricamente antagónicos —“los jesuitas estamos en la encrucijada de la historia, de la cultura… el puente significa comunicar, saber escuchar”, dijo— y siempre hacerse aquellas eternas y siempre pertinentes preguntas que atañen a ambos bandos: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Quiénes somos?

Instalaciones del Observatorio Vaticano Instalaciones del Observatorio Vaticano. Foto: News.va

Apasionado de la astronomía y de la religión, pero también escuché que del futbol. ¿Hincha o moderado?

Soy hincha, no hay moderación en estas cosas. Soy de River, de River Plate.

¿Cómo le lleva su historia personal a la Compañía de Jesús? ¿Tuvo una epifanía o fue un proceso más sosegado?

Fue una cosa más o menos tranquila. Crecí en una familia católica, estudié no con los jesuitas, sino con los padres Escolapios [hice primaria y secundaria] y participaba en la vida parroquial. Estando en la universidad formaba parte del grupo juvenil de la parroquia y ahí comencé a sentir la experiencia de la llamada de la vocación religiosa, y al mismo tiempo me sentí atraído por los jesuitas en Córdoba, ciudad donde hay una gran tradición de jesuitas.

¿Cómo tomó la invitación de Benedicto XVI para dirigir este icono de la iglesia Católica, el Observatorio Vaticano?

No hubo mucha invitación en este sentido. Es un nombramiento pontificio, es el Papa quien nombra, pero también depende del Padre General de los jesuitas, quien le propone candidatos. Por una parte me entusiasmaba, me entusiasma aún. Pienso que he podido hacer el bien en esta posición, porque es un servicio no solamente al Papa, sino también servir a la comunidad científica, a los astrónomos. Es ser un puente, porque hay dos polos de tensión, y eso es importante. Recé, pedí consejo, hablé con algunos compañeros y al final dije: ‘Estoy disponible para esto’. El problema fue que era demasiado joven [43 años] –que a lo mejor no es tan joven–, pero estaba comenzando como investigador, como profesor y bueno… Las cosas van así. Es un desafío.

Lo que más miedo me daba era ser miembro de la Academia Pontificia de la Ciencia, porque hay grandes personajes, premios Nobel, y sinceramente sentía un poco —siento todavía— no  estar a la atura de estos grandes personajes del mundo de la ciencia. Está el que descubrió el genoma humano, por ejemplo. Pero he aprendido mucho, son accesibles.

¿Y en alguna discusión ya ha aportado algo?

Sí (se ríe). Sí y no… Me llamaron ellos a la discusión de la cuestión de la vida extraterrestre, la cuestión teológica, porque en algún momento se discutió eso hace unos años. Se espera de nosotros algo más que ser científicos, no somos sólo astrónomos con nuestros colegas [hay científicos que le piden bautizar a sus hijos, que rece por sus muertos o sus familiares]. Así también como no sólo somos sacerdotes para la Iglesia, somos científicos también. Es muy interesante, porque es hablarle a dos mundos. 

Asumiendo la factibilidad de que pueda haber vida en otros planetas, en otras galaxias, ¿cree que algún día tengamos contacto con vida inteligente extraterrestre?

No, no, no creo. No hay ninguna prueba de la existencia de vida inteligente, y a mí me parece que las distancias en el Universo son enormes, inmensas, tan grandes, que es difícil que podamos establecer contacto. A lo mejor me pueden desmentir mañana, pero a mí me parece difícil. Cuando respondo a estas cosas lo hago personalmente: no hay una postura oficial del Vaticano, y no creo que deba haberla.

El Universo imagen kabofest.com Foto: Kabofest.com

¿Cuál es el fenómeno o descubrimiento astronómico que más le ha fascinado en su carrera?

Históricamente, la expansión del Universo, [Edwin] Hubble, el descubrir que las galaxias se alejan unas de otras. Y en estos últimos años —y no solamente a mí, sino a muchos astrónomos—, la búsqueda de exoplanetas. Es impresionante, porque con técnicas muy simples podemos observar que hay otros planetas que giran alrededor de otras estrellas.

Entiendo que ya no va mucho al telescopio…

Sí, porque como director tengo menos tiempo para dedicarme a la ciencia y a la investigación. También es cierto que los astrónomos van menos ahora al telescopio, ahora hay otros que observan y te mandan los datos y ni siquiera te los mandan, descargas los datos de algún sitio, de archivos…

Suena a que lo lamenta un poco. 

Sí, sí… A mí me gusta la investigación y dar clases, entonces sí son cosas que siento que me faltan un poco.

Argentino, jesuita y viviendo en El Vaticano. ¿Qué sintió, qué pensó cuando supo que Jorge Mario Bergoglio era el nuevo Papa?

Fue una sorpresa, no me lo esperaba, quedé un poco shockeado.

Los jesuitas no tenemos como modelos a los obispos, nosotros hacemos votos para no ser obispos. Para nosotros los modelos son Matteo Ricci, el padre Kino, San Francisco Javier…

Por otra parte, es el primer padre latinoamericano, y esto creo que tiene un significado. La Iglesia, los cardenales en el cónclave, se fijaron en América Latina para buscar un líder, y el estilo de hacer Iglesia no solo argentino, sino también latinoamericano que vemos, es de estar con la gente, estar en medio de la gente, una Iglesia de pastores. Ahora se pone más de manifiesto la religiosidad popular, de este saber comunicar a la gente con imágenes efectivas, sencillas. Me parece que esa es la novedad de este pontificado.

En sus primeros siete meses, el Papa ha hablado mucho, y de muchos temas, que incluso ni siquiera se habían tocado [rol de la mujer, transparencia en El Vaticano, reproducción, bioética…], ¿cómo ha tomado los recientes posicionamientos del papa Francisco?

Esto es muy personal: creo que con el papa Benedicto XVI la prensa en general fue muy negativa desde el comienzo: lo que dijera lo tomaban desde el aspecto más negativo, y con este Papa al contrario: es todo positivo.

Hay también un cambio en el lenguaje, en el modo de hablar; la gente se siente más cercana. No ha cambiado la doctrina, la doctrina sigue siendo la misma, el mismo Papa ha dicho que no hay necesidad de insistir sobre estos temas.

De lo que sí había necesidad —y a mí me parece que el modo de ser de este Papa está ayudando— es que mucha gente se había alejado de la Iglesia por estos temas, o por la cuestión de los divorciados, o la cuestión de los gay, y la doctrina no ha cambiado, pero lo que sí ha cambiado es la actitud: hablar, acercarse a los que están más lejos. Al fin y al cabo la Iglesia es casa de todos, y tiene que estar abierta a todos.

José Funes director del Observatorio Vaticano

Hacia el final de la charla, le recuerdo a Funes que minutos antes había asegurado que promover la ciencia era promover la justicia en los países en vías de desarrollo y le pregunté qué estaba haciendo El Vaticano en ese sentido.

“Tenemos una escuela de astrofísica con un posgrado en el Observatorio [en Roma], y en el último curso tuvimos becados 25 estudiantes de 22 países. Se trata de ayudar a que se incorporen a un circuito en el que tengan contacto con profesores de primer nivel. Las experiencias han sido muy positivas”, explica Funes.

“Es un pequeño servicio a la justicia. Son estudiantes de distintas religiones, no se le pide a ninguno certificado de bautismo, hemos tenido musulmanes, no creyentes, y lo mismo con los profesores, no se les pide que sean creyentes, sino que sean buenos profesores”. La convocatoria para acudir al próximo ciclo escolar cerrará el 31 de octubre, y toda la información se encuentra en el sitio www.observatory.org.

 

Su más reciente investigación, casi terminada

Junto a científicos de distintas instituciones internacionales, Funes está por culminar su más reciente proyecto como científico, relacionado con la formación de galaxias tempranas o early type galaxies.

“Uno de los problemas de la formación y evolución de las galaxias es estudiar los procesos que llevan a la formación de estrellas, es decir, cómo el gas se recicla en estrellas, luego ese gas forma estrellas, luego las estrellas vuelven a producir gas y enriquecen el medio ambiente y luego se vuelven a formar nuevas generaciones de estrellas”, concluye.

MAGIS, año LXI, No. 504, marzo-abril de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de marzo de 2025.

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