Navidad: sí hay depresión, pero no más suicidios
Judith Morán – Edición
Aunque sí aumentan los casos de depresión, Teresita Morfín, académica del ITESO, afirma que no hay más suicidios en la temporada navideña. Lo que sí aumenta, dice, son las situaciones de conflicto entre familiares.
Contrario a lo que cree mucha gente, la temporada de invierno y las fiestas navideñas no son un factor que incida en el aumento del número de suicidios, al menos en Guadalajara. Esto lo afirma la psicóloga Teresita Morfín López, académica del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad del ITESO, quien explica que, según cifras del Servicio Médico Forense y de los Servicios Médicos Municipales, “la mayor cantidad de suicidios ocurren en mayo, junio y julio, a diferencia de [lo que ocurre en los] países nórdicos”, donde sí hay una relación entre la falta de luz y el aumento de depresión que coincide con la temporada de frío.
En promedio, en Jalisco cada mes se suicidaron 40 personas entre 2011 y 2012, siendo diciembre el mes con menor incidencia de acuerdo con las estadísticas del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses. En diciembre de 2012 hubo 28 casos, y en diciembre de 2011 los suicidios en el estado sumaron 26, abajo del promedio mensual. En lo que va del año, un total de 62 personas se quitaron la vida en mayo, un promedio de dos suicidios al día, y en la primera quincena de diciembre se tiene registro de quince casos.
La egresada de la maestría en Desarrollo Humano del ITESO aclara que no hay una explicación que permita explicar el por qué del aumento de suicidios en mayo y junio. Lo que sí está más identificado, dice Morfín López, es que durante las reuniones familiares por Navidad o por fin de año se pueden presentar situaciones de conflicto entre las personas. “Lo que sucede en esta época es que se tiene más tiempo juntos, se ven los parientes por más horas y situaciones que han quedado ocultas aparecen tanto por la interacción como porque hay más disposición del alcohol o sustancias que permiten que se expresen”.
Explica que a la Navidad se le imagina como el tiempo en el que las personas se sienten queridas y acompañadas, “donde se puede vivir todo lo bueno que no se vivió durante el año y puede que haya cierto idealismo que, al no cumplirse, crea frustración”. Esto puede producir tristeza o angustia en personas que estén en una situación emocional vulnerable. Sin embargo, “no porque venga la Navidad necesariamente tiene que presentarse una depresión”, afirma Morfín y dice que entre las razones para la depresión se encuentran situaciones de pérdida, de rechazo o separación y predisposición biológica.
La académica detalla que en la actualidad se vive en un medio ambiente de restricción emocional donde “las pérdidas y el dolor se guardan, se callan, se esconden y se van quedando en un espacio emocional en el que parece que no se ven, pero sí afectan”. Señala que si se crece sin atender los procesos de dolor y de falta de vínculos afectivos la depresión es una llamada de atención a una serie de no atenciones de muchos años, que se gesta a través de la historia personal.
La especialista explica que las personas que se suicidan lo hacen, sobre todo, por situaciones de conflictos de separación o de rechazo, y luego está la pérdida de estatus o enfermedades terminales.
Entre los signos de alerta para saber si una persona cercana tiene depresión está el aislamiento, el que la persona deje de hacer lo que le gusta, irritabilidad, problemas de comunicación e insomnio. Morfín López señala que muchas veces los papás pueden llegar a confundir dichos signos con la etapa de la adolescencia y afirma que “el aislamiento en los adolescentes es un síntoma claro de que algo no está bien”.
En Guadalajara el promedio de suicidios es de uno por día y, aunque no hay un registro estadístico de cuántas personas intentan suicidarse a nivel local, se estima que por cada suicidio consumado hay otras 20 personas que lo intentan.
La foto que ilustra este post es tomada de http://whatislove-2010.blogspot.mx/