La nueva biblioteca de Alejandría

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La nueva biblioteca de Alejandría

– Edición

Aunque la idea de una biblioteca digital viene desde los años noventa, el proyecto de la DPLA empezó en Harvard hace poco menos de tres años (el 1 de octubre de 2010). Después de una conferencia sobre el futuro de las bibliotecas, un pequeño grupo de 40 promotores fueron convocados por el propio Darnton con una idea central: “Hacer disponible para todos los ciudadanos, en forma gratuita, todo el volumen existente de literatura mundial en bibliotecas, archivos y fundaciones en todo Estados Unidos”

El pasado 18 de abril se lanzó la versión de prueba de la biblioteca más ambiciosa y prometedora en los últimos tiempos: The Digital Public Library of America (DPLA), el equivalente digital de la impresionante Biblioteca del Congreso en Estados Unidos, el más importante acervo de libros impresos en el mundo.

Con motivo de este lanzamiento, Robert Darnton, profesor y bibliotecario en la Universidad de Harvard y uno de los principales promotores de la DPLA, escribió un texto para The New York Review of Books que fue publicado en la edición impresa del 25 de abril. Los imaginarios lectores de El cierzo pueden consultar el texto completo en el sitio web  de la revista.

Aunque la idea de una biblioteca digital viene desde los años noventa, el proyecto de la DPLA empezó en Harvard hace poco menos de tres años (el 1 de octubre de 2010). Después de una conferencia sobre el futuro de las bibliotecas, un pequeño grupo de 40 promotores fueron convocados por el propio Darnton con una idea central: “Hacer disponible para todos los ciudadanos, en forma gratuita, todo el volumen existente de literatura mundial en bibliotecas, archivos y fundaciones en todo Estados Unidos”. En un principio los 40 voluntarios se organizaron en seis grupos temáticos para planear la biblioteca: gobierno, finanzas, infraestructura tecnológica, derechos de copyright, colecciones y públicos. Conforme fueron avanzando se formalizó más el proyecto, consiguieron fondos y contrataron personal especializado.  

La DPLA se anuncia en su página web: “Somos mucho más que los empleados, directivos y participantes en los comités. Somos una comunidad abierta y colaborativa en búsqueda permanente de insumos y contactos de cualquier interesado en nuestro trabajo”.  Su misión está formulada como “una red abierta y accesible de los recursos en línea que conforman la herencia cultural viva de esta nación proveniente de bibliotecas, universidades, archivos, museos y fundaciones con la intención de educar, formar y empoderar a cualquiera en ésta y las siguientes generaciones”.

Esa misión, ¿no suena similar a lo que está haciendo Google Books?, se pregunta el mismo Darmton y responde: es plausible, el esfuerzo que está haciendo Google para digitalizar todos libros del mundo —y que a la fecha suman 30 millones—, pero esta iniciativa ha tenido muchos obstáculos con las editoriales dueñas de los derechos de autor, al grado que se modificó su intención original y las editoriales se hicieron socias del proyecto, con lo que se convirtió en una especie de librería gigante. Para decirlo más claro, Darnton afirma: “Para muchos de nosotros, Google Books Search se parece más a un nuevo monopolio para el acceso al conocimiento”. Está claro que los promotores de la DPLA buscan distanciarse de cualquier intención lucrativa en el presente y futuro. Por ahora se están financiando con donaciones de grandes fundaciones y tienen la charola puesta (funding) para recibir apoyos económicos.

El sitio de la Biblioteca aún está en fase de prueba, pero ya se puede consultar en la dirección http://dp.la/  Las búsquedas pueden ser de manera convencional  por palabras, pero también puede ser por fechas (tienen una línea del tiempo), lugares (un mapa interactivo) y exhibiciones temporales. Una de las novedades de este proyecto es una sección de Apps para dispositivos digitales como computadoras, tabletas y teléfonos mediante The Application Programming Interface (API), un programa de acceso libre para que pueda ser usado y compartido —también gratuitamente— por desarrolladores de software, educadores e investigadores. De esta forma, tienen previsto estar al día en cuanto a los avances tecnológicos.

La principal objeción que le pongo al proyecto era predecible y, en cierta forma, inevitable: está muy centrado en los intereses y aficiones de los estadunidenses ilustrados y nos puede quedar un tanto lejos a los demás. No obstante, la DPLA es un proyecto que hay que conocer y usar. En estos días tienen una interesante exhibición de fotos y textos sobre la época prohibición del alcohol en Estados Unidos (1920-1933) con motivo de que el próximo diciembre se cumplen 80 años de que terminó la prohibición. Ojalá esto haga reflexionar a los estadunidenses para que terminen con otras prohibiciones actuales igual de absurdas. 

 

MAGIS, año LXI, No. 504, marzo-abril de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de marzo de 2025.

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