Javier González: entre la élite científica del país
Enrique González – Edición
Las investigaciones que ha realizado en campos como la nanotecnología (para obtener y aprovechar más fácilmente la energía solar) y en biofotónica (desarrollar métodos menos invasivos de diagnósticos médicos en oftalmología), Javier González, egresado de Ingeniería Electrónica del ITESO, obtuvo hace unos días el Premio de Investigación para Científicos Jóvenes, galardón que otorga la Academia Mexicana de Ciencias, institución que entrega el premio a aquellos científicos menores de 40 años y que toma en cuenta, entre otros criterios, la publicación de artículos, las patentes registradas por el candidato, su experiencia como investigador o los proyectos en los que ha participado tanto con el gobierno como con la iniciativa privada.
Sus más de 30 artículos incluidos en distintas publicaciones internacionales, su trayectoria en Estados Unidos, España y México, sus patentes compartidas con otros colegas, su doctorado en Ingeniería Eléctrica por la Universidad Central de Florida y sus estancias de investigación en la Universidad Complutense de Madrid, le valieron a González la obtención del galardón.
¿Cómo le explicarías al lector común y corriente el sentido de tu actual trabajo y las repercusiones y beneficios que tendría (o tiene) en el campo de la ciencia?
Mi trabajo de investigación tiene dos vertientes principales. [Una de ellas] es la nanotecnología, en donde estudio el uso de nanoantenas para recolección de energía solar y su conversión en energía eléctrica, cuyo objetivo principal es mejorar la eficiencia de las actuales celdas solares.
La otra vertiente es la biofotónica, que son aplicaciones de métodos ópticos a la medicina y a la biología. En particular busco métodos no-invasivos para el diagnóstico médico, esto es, poder realizar estudios de laboratorio con luz en lugar de tener que sacar sangre o realizar biopsias.
Has tenido la oportunidad de trabajar como científico e investigador en tres países: España, Estados Unidos y México. ¿Cuáles dirías que son las principales diferencias entre ellos?
La principal diferencia entre realizar investigación en Estados Unidos y Europa a realizarla en México es el acceso a equipo especializado. En universidades de Estados Unidos es relativamente fácil tener acceso a equipos de 5 o 6 millones de dólares, mientras que en México es prácticamente imposible que un investigador pueda adquirir un equipo de este tipo para su laboratorio.
Aunque esto no debe ser impedimento para realizar investigación de calidad en México, la realidad es que actualmente la investigación es global y se basa fuertemente en colaboraciones, así que el acceso a este tipo de equipos para realizar investigación experimental se puede obtener a través de colaboraciones internacionales —las cuales utilizo mucho en mis líneas de investigación. Además, en México hay cosas muy atractivas para investigadores internacionales, entre ellas, la facilidad de realizar estudios clínicos, por ejemplo, que son muy costosos en el extranjero.
Recientemente, un juez de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y miembro de la AMC declaró que el modelo científico mexicano (Conacyt, SNI, universidades) está caduco, anclado en los 70. ¿Estás de acuerdo con él?
Difiero de ese comentario. Creo que la diferencia entre el modelo científico mexicano y el internacional radica en el gran impulso que da a la investigación universitaria la iniciativa privada. Muchos de los proyectos de investigación y laboratorios universitarios en Estados Unidos han sido financiados por fondos de la iniciativa privada, cosa que sucede en muy contados ejemplos en México.
Con respecto al Conacyt y el SNI, el primero es similar a otros organismos internacionales de su tipo y el segundo es algo totalmente innovador en el mundo. De hecho, creo que el SNI ha permitido que jóvenes investigadores como yo tengan la posibilidad de regresar a México después de haber estudiado en el extranjero, ya que es un estímulo a la producción investigadora inexistente en otros países.
En México ni siquiera se invierte el 1 por ciento del PIB en ciencia, investigación y desarrollo tecnológico. ¿Qué piensas que ha faltado en las últimas décadas para que gobiernos, instituciones educativas, legisladores y demás actores involucrados se den cuenta del enorme rezago a nivel global que implica este desdén por las ciencias exactas?
Uno de los principales problemas es que el gobierno federal tradicionalmente ha desdeñado el apoyo a la Ciencia y la Tecnología, quizá por falta de buenos asesores en ese ámbito, por desviación de presupuesto a rubros que no son bien utilizados o para atender problemáticas que son más visibles para la población en general.
Como ejemplo del menosprecio a la Ciencia y la Tecnología por parte del gobierno federal está el hecho de que el presidente [Felipe] Calderón pospuso cuatro años la entrega de los premios de la AMC (como este que recibí) para que al final no se presentara a la entrega. Es la primera vez que la entrega no fue realizada por el presidente de la nación en los 52 años del premio; esto demuestra la falta de seriedad y compromiso del gobierno federal hacia la Ciencia y Tecnología del país.
Aunque evidentemente hay excepciones, en términos generales, ¿piensas que en México se puede vivir dignamente siendo científico?
Definitivamente se puede vivir muy dignamente siguiendo una carrera científica, la diferencia con otras áreas de trabajo es que el científico es evaluado constantemente por su trabajo. Si un científico baja su tasa de productividad, de igual manera sus ingresos bajan, es por eso que tiene que mantener un alto nivel de productividad académica, que es la que repercute en un nivel alto en el SNI y un mayor ingreso por parte de becas al desempeño y otros incentivos.
Supongo que conoces el documento Hacia una Agenda Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación, pensado para el periodo 2012-2018. ¿Qué opinas de él? ¿Crees que tenga una buena acogida en el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto?
Sí lo conozco. Creo que está muy bien pensado y toca los puntos más importantes para impulsar la Ciencia y la Tecnología, espero que sea llevado a cabo por la nueva presidencia. De ser así, creo que el país se podría beneficiar tanto desde el punto de vista social como económico a mediano y a largo plazo.
¿Hace falta en el país, como algunos especialistas señalan, la creación de una Secretaría específicamente diseñada para la Ciencia y la Tecnología?
Yo opino que sí. Una Secretaría de Ciencia y Tecnología sería el mecanismo de apoyo y de asesoría de la que tal vez han carecido los gobiernos anteriores y que han repercutido en una muy baja inversión en Ciencia y Tecnología.
¿Existe algún proyecto que estés planeando desarrollar a futuro?
Me gustaría que mis trabajos de investigación tuvieran un impacto real en la sociedad, en particular creo que la idea de poder realizar diagnósticos de manera no-invasiva es algo que pudiera cambiar el paradigma actual en la medicina, por lo que esta es una de las áreas de investigación que pretendo explotar en el futuro inmediato.