El problema del cuidado del patrimonio va más allá de la arquitectura: Del Arenal

El problema del cuidado del patrimonio va más allá de la arquitectura: Del Arenal

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El proyecto La Ronda, creado por Mónica del Arenal, busca poner al alcance de todos “información que de otra manera está cerrada a los arquitectos, urbanistas, gente que estudia la ciudad, pero alejada de la gente de a pie”.

Supongamos que va usted caminando por la calle. De pronto, una finca llama su atención —por su diseño, sus acabados, sus adornos, su antigüedad, lo que sea— y quiere usted saber más de ella. Si su profesión es la arquitectura o cualquier disciplina afín, seguro identificará ciertos elementos y valorará la finca en su justa dimensión; si no lo es, pero tiene mucha curiosidad, posiblemente acudirá a los libros para buscar información. Aunque también es posible que en el trayecto olvide lo que le llamó la atención. O, si usted corre con suerte, lo único que deberá hacer será bajar la mirada y observar, a ras de piso, información general como el año de construcción y el estilo de la finca en cuestión. Esto último gracias al proyecto La Ronda, creado por Mónica del Arenal y que, explica la arquitecta, busca poner al alcance de todos “información que de otra manera está cerrada a los arquitectos, urbanistas, gente que estudia la ciudad pero alejado de la gente de a pie”.

El interés por compartir esta información, cuenta Del Arenal, surgió cuando se convirtió en usuaria frecuente de la Vía RecreActiva. Así, a ras de piso y con calma, se dio cuenta de que el eje Vallarta-Juárez-Javier Mina merecía atención especial por el valor de las fincas que hay en toda la ruta. Así, nacieron una guía que mostraba las principales fincas de la zona y una exposición fotográfica. Eso fue en 2004. De entonces a la fecha “la ciudad ha cambiado relativamente poco, pero se hizo más rica la manera de interpretarla”, dice Mónica y añade que fue así como surgió el proyecto La Ronda, cuyo objetivo principal es “no centrarse en la forma de los edificios, sino en lo que significan, relacionarlos con su contexto”.

Así, la arquitecta y su equipo (integrado por Horacio Alcalá, Nicolás Godard, Martha Alava, María Isabel Acosta, Luis Gómez, Xabier Pagazaurtundúa y Sergio Soriano ­–todos egresados del ITESO–, además de Zaira Zaragoza, del Tec) definieron la tarea: colocar 750 placas al pie de las fincas, elaborar una serie de 25 mapas en los que se trazan 34 rutas diferentes y hacer, además, unos mapas de gran formato que se colocarán en la vía pública. El proyecto está tan avanzado, que ya han colocado cerca de 700 placas agrupadas en las rutas Barrios Tradicionales, Mercados, Colonias, una ruta dedicada a Luis Barragán y una más a la Guadalajara histórica, además de una serie especial de diez placas ubicadas en cada uno de los puntos donde el drenaje explotó el 22 de abril de 1992.

Con este proyecto, Mónica del Arenal pone su granito de arena para abonar en el tema de la valoración del patrimonio, un tema que, afirma, está muy mal en la zona metropolitana. “Es un problema que va más allá de la arquitectura. Es un problema económico y cultural. No existe en Guadalajara, y en México en general, una conciencia para actualizar los usos del patrimonio y hacerlo compatible con estos tiempos. La primera reacción de un propietario es que tiene todo en contra: tienen restricciones burocráticas, no hay apoyos”.

Por otra parte, se está entendiendo mal el asunto de la conservación. Ejemplo, la Casa Gleason: casi toda la finca fue derrumbada y sólo se conservó la fachada. Y casos como ese sobran. “El problema es que vamos a dejar la ciudad como si fuera una escenografía”, sentencia Del Arenal y añade que lo prioritario es “apostar por una mayor educación en la conservación. Difundir que un edificio no vale sólo por bonito o por antiguo, sino por todo lo que hay alrededor”.

Otro debate es el de conservar fincas viejas o abrir paso a nuevas propuestas. Algo que se hizo en los cincuentas en el centro histórico y que dejó edificios que ahora son referentes, pero que se construyeron a costa de la demolición de fincas muy valiosas. “Fue una atrocidad lo que se hizo, pero en 2011 no estamos en lo mismo. Antes no se conservaba. Es más, ni siquiera existía el concepto de patrimonio. Ahora sí”.

Con la mayoría de las placas colocadas y los mapas de las diferentes rutas prácticamente listos, el proyecto va por buen camino. Para empezar, ha contado con el visto bueno de prácticamente todos los propietarios de las fincas documentadas. Y, por si fuera poco, La Ronda fue seleccionado como finalista del Premio Cemex 2011 en la categoría Impacto Social y Técnicas de Innovación del Proceso de Construcción.

MAGIS, año LXI, No. 504, marzo-abril de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de marzo de 2025.

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