El drama de Chalco

El drama de Chalco

– Edición

Me doy un tiempo para escribir y compartirles un poco cómo estamos viviendo la situación de las inundaciones en Chalco, Estado de México.

El jueves 4 de febrero, en la madrugada, nos avisaron a los jesuitas que el canal de la Compañía se había fracturado y que era necesario que habilitáramos alguna capilla como albergue para recibir a las personas afectadas. La noticia nos sorprendió aunque sabemos que ya existe un antecedente de la misma situación hace diez años; la diferencia es que ahora fue mayor el daño en el canal (de 70 metros de largo por 7 de ancho). El canal de la Compañía transporta las aguas negras de muchas colonias del Estado de México y del Distrito Federal.

Inmediatamente los jesuitas preparamos un albergue en la capilla de trinidad que en ese momento era la más cercana a la zona del desastre y las primeras personas que recibimos fueron familias que iban en sus automóviles y fueron arrastradas por el agua en la autopista México-Puebla. Poco a poco fuimos caminando la zona y entendiendo la magnitud del problema. Dos colonias, la Isidro y la del Triunfo, habían sido inundadas en un par de horas.

Después de varios días el agua ha seguido avanzado en otras tres colonias de nuestra parroquia: la colonia Tres Marías, la colonia Unión de Guadalupe y la colonia Providencia (donde tenemos el albergue). La cantidad de agua es inmensa y al parecer las labores para tapar el canal van muy lentas porque la fractura es demasiado grande y hay más desbordamientos del canal en otros puntos.

Para poder atender a la gente de estas colonias, en la parroquia se convocó a varios grupos de personas con quienes trabajamos (las Comunidades Eclesiales de Base, los grupos juveniles, los coros de algunas capillas, los comités, las catequistas, entre otros) y la mayor parte del tiempo nos hemos dedicado a preparar alimentos para la gente damnificada que está en su casa y que no quiere salir por miedo a que les roben lo mucho o poco que tiene.

El primer día fue difícil llevar el alimento a las personas en sus casas por la cantidad de aguas negras y la rapidez con que subía el nivel. El segundo día fue más difícil porque las personas ya estaban muy alteradas y comenzaron a pelear entre ellos por la comida (aunque sí alcanzaba para todos) y también eran verbalmente muy agresivos hacia los jóvenes de la parroquia que repartían los alimentos. Esto lo entendemos porque la gente está en un momento muy difícil de desesperación y frustración, que canalizaron hacia los jóvenes que les llevaban alimentos. A partir del tercer día y hasta ahora sólo se está repartiendo alimento preparado en nuestro albergue, porque ya nos es muy difícil entrar a las zonas inundadas por la altura del agua y el peligro de no ver los lugares en que se está pisando el suelo y hay muchos objetos con los que se puede tropezar, y el riesgo de pisar en una alcantarilla abierta y caer dentro.

La mayoría de las personas de las cinco colonias afectadas saben que en nuestro albergue se reparte alimento en los tres tiempos del día y al menos no tienen preocupación de dónde encontrarán comida. La mayor parte de la gente va a comer y algunas personas van al albergue a descansar, relevándose con sus parientes para no dejar sus viviendas completamente solas y así evitar que les roben. Los robos son cada vez más frecuentes y en la colonia del Triunfo, la noche del viernes 5, hubo una balacera entre los ladrones y la policía.

Esperamos que pronto puedan detener el nivel de agua, porque nuestro albergue está a una calle del flujo; el agua no ha llegado porque las personas crearon una barricada con costales llenos de arena. Aun con esto en muchas calles vecinas a la nuestra el agua comienza a brotar de las coladeras interiores de las casas. En este momento van cinco colonias afectadas.

Algunas veces me siento triste, especialmente cuando las personas llegan al albergue o me las encuentro en la calle y están en shock, llorando y desesperadas porque dicen: “Perdí todo, no tengo casa, han sido muchos años de trabajo para nada”. Esto es verdaderamente triste y he sentido que se me rasga el corazón, porque tengo a la persona frente a mí llorando y lo que hago es solamente escucharlas y ofrecerles de lo que nosotros hacemos y tenemos en el albergue. A veces quisiera hacer más para poder ayudarlos. Lo que me da esperanza es que muchas de las personas de nuestra parroquia, jesuitas de otros lugares, amigos y mucha gente están apoyando a nuestra parroquia para que salgamos adelante. Me consuela que las personas se vayan más tranquilas, esperanzadas y ayudadas de nuestro albergue.

Estamos en la primera parte del problema, porque no ha terminado la inundación y no sabemos hasta dónde llegará. Después se seguirán dando otros pasos para la reconstrucción, que llevará mucho tiempo. En la comunidad parroquial sabemos que las necesidades de las personas son muchas: alimentación, salud, pago de los daños. En este momento sólo podemos apoyar principalmente con el alimento y un lugar seco donde dormir.

Agradecemos a quienes nos están apoyando a través de sus donativos. Les comparto el número de cuenta para quienes deseen hacerlo, su ayuda es muy buena para todas estas personas que la están pasando muy mal en Chalco. La cuenta es de mi hermano jesuita Gonzalo Rosas, quien es el párroco de nuestra comunidad. Quien realice un donativo, por favor escríbame a mi correo para confirmar el depósito: jorgejesuita@hotmail.com.

La cuenta está en el Banco Santander
A nombre de José Luis Gonzalo Rosas Morales
Número de Cuenta: 60504771700
Sucursal: 342
Clabe: 014320605047717003

Gracias, hermanos.

Les adjunto unas fotos de lo que estamos viviendo en Chalco (algunas de la inundación y otras del albergue). Todas son de Enrique Carrasco S.J. y se encuentran en el Flickr de Magis.

MAGIS, año LXI, No. 504, marzo-abril de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de marzo de 2025.

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