¿Cuándo cerramos el Iteso?
Raúl H. Mora – Edición
En distintas redes sociales y en la página de la biblioteca del Iteso se ha reproducido este histórico escrito de Raúl H. Mora S.J., recientemente fallecido, escrito en 1971, cuando era rector de la universidad.
¿Cuándo cerramos el ITESO?
- Cuando el clamor de los que sufren nos reclame otra forma de servicio más eficaz.
- cuando el problema educativo en México quede resuelto y esté de más toda colaboración.
- cuando estemos más preocupados por defendernos que por servir a los demás.
- cuando nuestros alumnos pierdan todo anhelo de renovación de nuestra sociedad.
- cuando se inscriban en él sólo los que buscan una vida cómoda.
- cuando las alumnas sólo vengan a “entretenerse mientras se casan” o a “hacerse cultas”.
- cuando no confiemos en el hombre como se confió a él Jesucristo.
- cuando no podamos admitir a quienes no tienen recursos económicos.
- cuando sea criterio de selección de alumnos la política, la religión o el rumbo de la ciudad en que se vive.
- cuando los padres de familia sólo nos pidan ser modistas o peluqueros.
- cuando nos creamos -o nos prueben- ser el único centro de influencia de la juventud.
- cuando hayamos “formado” un “técnico” que desprecie su condición y destino humanos.
- cuando lleguemos a la perfección de una máquina burocrática que fabrica títulos profesionales.
- cuando tengamos como método pedagógico la presión ideológica o la violación de la libertad personal.
- cuando no contemos para el éxito del trabajo académico con la actividad responsable del universitario.
- cuando como profesores nos contentemos con repetir y repetir y repetir y repetir que se debe repetir y repetir y repetir y
- cuando desaparezca entre nosotros la posibilidad de diálogo, comprensión y respeto mutuos.
- cuando como profesionistas no tengamos más interés que el económico.
- cuando propiciemos o aceptemos la injusticia como norma de nuestras instituciones sociales.
- cuando hayamos perdido el interés por renovar la pedagogía en la Universidad.
- cuando presiones extrauniversitarìas dictaminen lo que nuestros profesores deben enseñar.
- cuando no sintamos que la educación nos exige promover el desarrollo integral del país.
- cuando por envidia o emulación desconozcamos los grandes valores de otras instituciones educativas.
- cuando temamos ser criticados o temamos denunciar la injusticia.
- cuando olvidemos el amor con que amigos y padres de familia nos sostienen.
- cuando ignoremos que en nuestra limitación necesitamos de otros.
- cuando no descubramos en los valores temporales la acción divina.
- cuando hayamos perdido el amor de Jesucristo vivo entre los hombres.
- cuando perdamos la esperanza de solucionar lo solucionable.
Raúl H. Mora | 23 de Enero 1971 | Rector del ITESO
El texto original, que se publicó en el boletín Intercom (antecedente de publicaciones actuales como Magis o Cruce) puede leerse aquí en formato PDF.