Caravana de la Paz. Día 4: Encuentro en Monte Albán
Daniela Pastrana – Edición
Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- Desaparecieron el 13 de julio de 2010, en Matamoros Tamaulipas. Eran diez hombres, entre ellos Andrés Vizarretea Salinas, ex diputado local por San Pedro Pochutla. Tenían un proyecto ecoturístico en la laguna de Zapotenco.
Andrés Vizarretea y sus dos hermanos, Luis y Juan Carlos, Nemorio Vizarretea Vinalay, Fidel Espino Ruiz, Gregorio Hernández Rodríguez, Juan Antonio Feria Hernández, Benito Salinas Robles, Isauro Rojas Rojas y Adelaido Espino Carmona fueron a comprar vehículos a Matamoros, Tamaulipas. El 13 de julio llamaron a sus esposas para avisar que habían llegado bien. Y fue lo último que sus familias supieron de ellos.
Las mujeres esperaron dos días y luego se fueron a la capital del estado, a 180 kilómetros de Pochutla –unas siete horas de viaje en camión por la sierra– para pedir ayuda al gobernador para localizarlos. Nadie les hizo caso. Al cuarto día, diez mujeres pochutlecas y dos niños iniciaron una huelga de hambre de tres días, hasta que lograron que el gobierno del estado las atendiera.
Le ofrecieron investigar, becas para los niños y un carrito de hamburguesas para que pudieran mantenerse en ausencia de sus esposos. Un año después, no han llegado ni las investigaciones, ni las becas, ni el carrito de hamburguesas.
“Hasta hace uno o dos meses no teníamos quien nos orientara, hasta que vimos en la tele del movimiento del señor Sicilia y una de nosotras fue a la ciudad de México a buscar ayuda”, cuenta Élida Hernández, hermana de Gregorio.
Las mujeres esperan la llegada de la Caravana de la Paz en el camino de entrada a Monte Albán, el centro ceremonial de la cultura zapoteca, en donde 16 pueblos indígenas darán este lunes 12 de septiembre una emotiva bienvenida al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia.
“Los loxichas estamos hasta la madre”, dice una larga manta que portan los indígenas de la Región Loxicha, en la Sierra Sur de Oaxaca, que han resistido 15 años de represión.
“Los pueblos de Oaxaca reciben con gusto la Caravana de la Paz. Esta caravana viene fortaleciendo la conciencia, viene fortaleciendo los corazones y viene haciendo que los hombres se pongan de pie”, dijo Carmelina Santiago Alonso, del Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto.
En otra manta, las pochutlecas tienen las fotografías de sus diez desaparecidos, y en la mirada la fiereza que ha hecho leyenda de las mujeres oaxaqueñas.
“Es importante que se sepa porque no solo nuestros familiares son desaparecidos, hay muchos más.¿Y cómo le hacemos? ¿Que sigan desapareciendo así como animales?”, pregunta Élida Hernández, que cuenta que en este año las mujeres se han dedicado a limpiar pollo, actividad que las obliga a levantarse a las 4 de la mañana para recibir 600 pesos a la semana.
“Es gasto muy grande venir a Oaxaca. Hemos pedido prestado. Tenemos hijos que dejamos en Pochutla para venir a luchar por nuestros maridos. De las autoridades hasta ahorita no vemos nada. Ya les dijimos que no queremos nada, que lo único que queremos es que nos regresen a nuestros familiares, porque ellos sólo los han buscado en fosas, no señores, que los busquen también en los vivos”.