Caravana de la paz. Día 2: “No nos dejen solos”

Caravana de la paz. Día 2: “No nos dejen solos”

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Acapulco, Guerrero.- Parada a la puerta de una boutique de la costera Miguel Alemán, una joven ve pasar la columna humana que pinta de blanco el puerto mientras habla por teléfono. “Se me pone chinita la piel”, dice a su interlocutor.

Frente a ella desfilan hombres y mujeres de todas las edades, niños en carreola o colgados de la espalda de su madre con un rebozo. Son comerciantes, sindicalistas, maestros, empresarios, médicos. La mayoría viste de blanco y trae pancartas garabateadas con demandas que se resumen en una: “queremos vivir en paz”.

Metros adelante, comerciantes del mercado de artesanías reparten aguas y tamarindos a los caminantes, que sudan a gota gorda con el inclemente sol porteño de las 5 de la tarde. Un hombre bajito, oriundo de Michoacán, camina con su hijo y una bolsa de plástico de la que saca coloridas gorras que reparte a los fuereños.

“En agradecimiento por su apoyo”, dice el hombre, que reserva su nombre para contar que en un mes fueron secuestrados unos 15 comerciantes del mercado central, donde todos los locatarios han sido obligados a pagar una cuota al grupo criminal conocido como “La Maña”.

Acapulco es la quinta parada de la Caravana de la Paz que encabeza el poeta Javier Sicilia. Los acapulqueños se desbordan con la llegada de los fuereños. Y no es para menos. Hace dos semanas que están cerradas 52 escuelas públicas que recibieron amenazas y extorsiones en contra de los niños.

“Nos hace bien su paso por esta población lacerada”, dice el sacerdote Javier Mendoza, en el zócalo acapulqueño. Luego arranca lágrimas y aplausos cuando aventura: “Vamos a recuperar Acapulco, vamos a recuperar cada calle, colonia, plaza, cada playa porque nos pertenece a todos”.

Foto:Gonzalo Ortuño

Javier Morlett es más directo: “Acapulco está en medio de una tragedia”, asegura este hombre que lleva un año con la vida rota por la desaparición de su hija Adriana, estudiante de arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Queremos emplazar a las autoridades a detener esta masacre, no en un mes, mañana. Que el gobernador y el alcalde den la cara y digan ¿qué van a hacer?”

Acapulco es una mezcla de dolor y fuerza. “Tengo miedo de estar aquí, pero tengo más miedo de no hacer nada. No me dejen en esta lucha sola”, pide desde el templete Yuridia Betancourt, quien busca a su hijo, desaparecido hace seis meses en el puerto.

El mejor ejemplo lo ponen Jaime López y Julia Alonso, empresarios locales convertidos en activistas por la paz.

Su hijo menor, Julio Alberto López, desapareció en enero de 2008 con otros tres jóvenes, al salir de un centro recreativo en Monterrey, Nuevo León. Desde entonces no han parado en su búsqueda. Hoy, la pareja es un pilar del movimiento por la paz, y sus gestiones permitieron que 4 hoteles del puerto dieran hospedaje gratuito a la caravana.

MAGIS, año LXI, No. 505, mayo-junio de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de mayo de 2025.

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