Los pétalos femeninos
Carlos Enrique Orozco – Edición
Hay cientos de fotógrafos de mujeres desnudas. Los hay de todos los tipos, colores y sabores. También para todos los gustos y preferencias. Sin embargo, me atrevo a decir que el caso de Nick Karras es único en el mundo; no creo que haya otro fotógrafo especializado en vulvas; “el secreto mejor guardado de la geografía femenina”, según lo describe el propio Karras en la presentación de su libro.
Contrario a lo que pudiera pensarse, las fotos de Karras no tienen nada que ver con la pornografía – ni la dura o la blanda – ni con el erotismo light al estilo de David Hamilton o cualquier fotógrafo de la casa Play Boy. En dado caso de hacer comparaciones, sus fotos se parecerían más a las ilustraciones de un tratado de sexología o incluso de ginecología, si
no fuera porque la mayoría de los libros médicos tienen fotografías mediocres y las de Karras están bien logradas; varias de ellas recuerdan el refinado arte de Robert Mapplethorpe.
Las fotos de Karras son la base de su libro Petals y el tema del documental Petals. Journey Into Self Discovery (Pétalos. Viaje hacia el autodescubrimiento), dirigido por Beck Peacock en 2008 y que fue exhibido – sin escándalo de por medio, mas bien se podría decir que pasó desapercibida – en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
La sinopsis informativa lo presenta como “un sorprendente documental que cuestiona y examina los mitos sobre la apariencia y naturaleza del centro sexual de la mujer”. La cinta empieza con una muestra de fotos de Karras en una galería en Canadá y luego retrocede un poco en el tiempo para contarnos los preparativos para el montaje de la exposición y del libro-catálogo con las fotos mediante una entrevista con el propio fotógrafo usada como eje narrativo. También se combinan en el relato entrevistas con sexólogas, ginecólogos, educadores, críticos de arte y editores artísticos, y también testimonios de algunas de las mujeres que posaron para las fotografías. Karras nos cuenta cómo pudo conseguir que 48 mujeres; todas voluntarias, ninguna modelo profesional y de distintas edades y razas colaboraran con su proyecto. Y especialmente el trabajo previo que hicieron para que ellas se sintieran con la confianza necesaria para modelar íntimamente. Hay que reconocer que Karras hizo buen trabajo; este tema puede parecer escabroso, pero las fotos están resueltas con una elegancia artística fuera de lo común.
En una entrevista publicada en su sitio web, Karras explica que aunque las fotos son muy sexuales, no quiso hacerlo tan evidente. Hizo las tomas con película de blanco y negro y luego las modificó ligeramente hacia tonos sepia para establecer una confortable distancia con el espectador. “Experimenté con color y no me gustó el resultado” – dijo Karras – “la imagen de la vulva es muy poderosa y cuando la vi a colores, era tan real que me pareció que estaba ante una foto pornográfica y lo último que quería era que mis fotos se clasificaran como pornográficas”.
Otro aspecto destacable del documental es la intención de Karras y Peacock de hacer una lectura educativa del tema. Betty Dodson, sexóloga entrevistada, dijo que en las fotos queda muy claro que: “no hay dos vaginas iguales y esto vale para que las mujeres sean mucho más conscientes de su singularidad y su individualidad”.
Los imaginarios lectores que quieran conocer más sobre la obra de este original y controversial artista, pueden consultar su página web: http://nickkarras.com/
1 comentario
Estupendo, requiere ser
Estupendo, requiere ser procesado y debidamente comentado. Felicidades!
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