La lección más importante, en pocas palabras

La lección más importante, en pocas palabras

– Edición

Richard P. Feynman, uno de los mayores físicos del siglo pasado, escribió en sus célebres Lectures on Phyisics, una provocación: si sucediera una catástrofe y todo el conocimiento científico se destruyera, y sólo quedara una oración a partir de la cual hubiera que refundar todo, ¿cuál sería la que usted elegiría –con la mayor información en menos palabras- para transmitir a las siguientes generaciones?  El propio Feynman responde a su pregunta con la teoría atómica, la idea que todo lo que existe está hecho de átomos, que son pequeñas partículas en movimiento perpetuo. Esta idea, expresada en pocas palabras, contiene mucha información, afirmó el físico.   

Inspirados en Feynman, los editores de la revista Seed. Science is Culture  adaptaron un poco la especulación y preguntaron a varios científicos sobre la lección más importante –también en pocas palabras- para cambiar el pensamiento de las nuevas generaciones. Las respuestas fueron:

 

Para Paul R. Ehrlich, biólogo de la Universidad de Stanford, la lección es que tenemos que armonizar  nuestras acciones humanas – sociales, políticas y económicas – con el complejo sistema de la biósfera de la cual dependemos y hasta ahora no hemos podido hacerlo.

Carl Folke, de la Universidad de Estocolmo, plantea una idea similar. Opina que los humanos tenemos la tendencia de creer en la ilusión de que nuestra economía es el centro del universo, olvidando a la biósfera, la que en última instancia sostiene tanto el sistema artificial como el natural. En este sentido, el tema del medio ambiente no es para salvar el planeta,  que podría sobrevivir con otras combinaciones de átomos, sino por la supervivencia de nuestra propia especie.

Para James Fowler, politólogo de la Universidad de California, en San Diego, la reflexión va en otro sentido. Las mismas matemáticas de redes que explican las interacciones de las moléculas en una célula, las neuronas en el cerebro y las especies en el ecosistema pueden usarse para comprender las complejas relaciones entre las personas. 

Marc Hauser, biólogo evolucionista de la Universidad de Harvard, piensa que la lección central tiene que ver con nuestra concepción de la naturaleza humana. “Empezamos siendo humanos como recolectores-cazadores en donde la relación con otros, parientes y no parientes, era el centro de la vida humana, social y moral. Comenzar por estrecharnos las manos, conversar cara a cara, enfatizar nuestra historia evolutiva común y la importancia de la naturaleza humana”.

Dominic Johnson, experto en política internacional de la Universidad de Edimburgo, paradójicamente, hace una especie de síntesis de la teoría de la evolución: “la deslumbrante diversidad de especies y la adaptación biológica de 3.5 billones de años de vida en la tierra deben su existencia a la ´adaptación por selección natural´, la cual requiere de tres condicione simples para funcionar: variación, selección diferencial y replicación exitosa de rasgos en las generaciones siguientes, por medio de una doble hélice de moléculas que forman un código para unir proteínas como ladrillos biológicos o entre animales más complejos, vía imitación o transmisión cultural de métodos y conocimientos”.

Enric Sala, ecólogo marino, investigador de National Geographic, es concreto y directo: “la biósfera es el mayor y más importante capital de nuestro planeta – un vasto y natural mercado viviente que contiene y hace posibles nuestras vidas individuales, la sociedad humana y la economía.”

 

Robert Sapolsky, profesor de neurología en Stanford, escribió: “Con frecuencia, el método para entender un sistema complicado es comprender sus partes, pero probablemente no es el caso para los sistemas más interesantes y complejos como nosotros.”  

Steven Strogatz, matemático en la Universidad de Cornell, refleja su formación cuando dice que se puede comprender cualquier cosa que cambie suavemente en el tiempo o espacio – no importa que tan complicado pueda parecer – repensándolo como una serie infinita de cambios infinitesimales a una velocidad constante y luego añadir todos esos cambios simples de regreso juntos para reconstruir el original completo.      

Para George Sugihara, biólogo teórico en la Universidad de California en San Diego, la lección es parecida: “muchos fenómenos naturales y sociales – sociedades, economías, ecosistemas, sistemas climáticos – son evoluciones complejas de una red de partes independientes cuyo comportamiento colectivo no puede ser reducido a la suma de las partes; pequeños, graduales cambios en cualquier componente pueden desencadenar catastróficos y potentes cambios irreversibles en todo el sistema que pueden propagarse incluso a través de las fronteras disciplinares tradicionales”.  

Jill Tarter, director del Instituto SETI (organización que busca vida inteligente fuera de la tierra), cita a Carl Sagan: “Estamos hechos de polvos de estrellas. Esta simple afirmación no abarca toda la física de los primeros minutos del universo, pero abarca su historia evolutiva, desde la formación de las primeras estrellas, las cuales enriquecieron el universo con elementos adicionales, a la creación del sistema planetario, la vida y la humanidad en el planeta Tierra. Porque tenemos que enfatizar nuestra cercanía y conexión directa con el cosmos, hay que admitir la posibilidad de que otros están o han estado o de la misma forma conectados”.

El más breve fue John Wilbanks, vicepresidente de Science at Creative Commons, quien afirmó que el conocimiento es un bien público que incrementa su valor cuando más personas lo poseen.  

Los imaginarios lectores que quieran leer la versión completa pueden consultar el sitio http://seedmagazine.com/content/print/starting_over/

MAGIS, año LX, No. 502, noviembre-diciembre 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de noviembre de 2024.

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