Lecturas para los aniversarios

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara acaba dar a conocer que Los relámpagos de agosto de Jorge Ibargüengoitia fue seleccionada para leerse en público y de forma colectiva el Día Mundial del Libro el próximo 23 de abril. Muy buena noticia para que la obra del escritor de Cuévano sea más conocida por el respetable, pero principalmente para bajarle un poco a la cursilería y patrioterismo que nos están recetando este año por los aniversarios de todos conocido.

En lugar de las inefables odas a la historia de bronce que ponen a leer a niños y jóvenes en las escuelas de todo el país, podrían invitarlos a la lectura de dos novelas de Ibargüengoitia: Los pasos de López para que conozcan más sobre los inicios de la independencia y la mencionada Los relámágos de agosto, que en tono de falsas memorias de un general revolucionario nos hace pensar más que cualquier libro histórico sobre el tema. Y si quieren leer ensayo, está el texto Las mentiras de mis maestros, de Luis González de Alba, con dedicatoria para los escépticos.

And the winner is…from Mexico

Estudiantes mexicanos de licenciatura del IPN y la UNAM ganaron el primer lugar en la categoría de investigación básica en biología sintética en el concurso International Genetically Engineered Machines celebrado hace unos días en Boston. De acuerdo a la nota publicada en El Universal, el proyecto titulado “Turing meets synthetic biology: self-emerging patterns in an activator-inhibitor network” comprobó experimentalmente cómo la manipulación de genes a partir de modelos matemáticos y físicos podían ser visibles en un ser vivo”.
Por lo anterior, la referencia a Alan Turing (1912-1954), el matemático pionero de la inteligencia artificial. Los resultados del certamen y las presentaciones de los proyectos pueden consultarse aquí.
Enhorabuena para los ganadores, esperamos que puedan desarrollar sus carreras científicas en México.
Por cierto, uno de los ganadores, Alexander de Luna Fors, es tapatío.

Solar: La nueva novela de Mc Ewan

El inglés Ian McEwan es uno de los nombres que se mencionan con frecuencia en los días previos al anuncio del Nobel de Literatura. Autor de obras muy conocidas como Cesil Beach, Sábado o Expiación, suele tratar temas y personajes relacionados con la ciencia. Por esta razón, su anunciada novela sobre el cambio climático era muy esperada. Solar ya salió en Inglaterra y su personaje central es Michael Beard, un premio Nobel de física, pero además tragón compulsivo, ladrón intelectual y obsesionado por el sexo. Especialista en óptica, hace un descubrimiento que podría salvar a la tierra de la amenaza del calentamiento global, pero su comportamiento no es ejemplar. “No son necesariamente ángeles los que nos van a salvar”, dice Mc Ewan, quien en este nuevo libro vuelve al tema de la inocencia y la maldad. A Solar no le fue muy bien en la reseña de la revista The Economist, pero no tengo duda de que Mc Ewan tiene oficio narrativo como lo muestran los avances de la novela publicados en “Visor”, el suplemento literario del grupo Milenio el domingo 14.

La infamia, revisitada

A propósito de las huelgas de hambre en Cuba; primero la de Orlando Zapata, ahora la de Guillermo Fariñas y quién sabe cuántos les sigan, Antonio Muñoz Molina en “La costumbre de la infamia” hace un recuento histórico de los silencios de buena parte de los intelectuales que viven en sociedades libres “para no favorecer al enemigo”. El escritor español critica en su columna de Babelia “la emoción romántica de anglosajones y escandinavos llenos de buenas intenciones, capaces de llorar por el desamparo de un gato abandonado, pero fríos como pedernal ante la sangre de una víctima humana” cuando se trata de encarcelados o muertos por regímenes – como la dictadura cubana – que dicen defender principios de justicia e iguldad.