La marcha del 132, y el 133, y el 134, y el 135, y el…
Enrique González – Edición
Al movimiento #YoSoy132 no le gusta nada, pero de verdad nada, el desempeño de los medios de comunicación en la actual campaña electoral mexicana. Los acusan de sesgar la información, de no hacer coberturas justas y equitativas de las campañas electorales y de estar interesados únicamente en sus beneficios económicos, pero no en informar como es debido (y como las leyes lo demandan) a la sociedad mexicana.
El movimiento —cuyo génesis se encuentra en los 131 alumnos de la Universidad Iberoamericana capitalina que negaron en un video haber sido acarreados para gritar consignas contra Enrique Peña Nieto, candidato priista a la Presidencia de la República, cuando este visitó su institución— cuestiona en particular a tres medios: Televisa, Grupo Milenio y TV Azteca, a los que miles de estudiantes de Guadalajara, Ciudad de México, Saltillo, Querétaro, Oaxaca, Morelos, Mérida o Puebla les dedicaron la tarde del miércoles 23 de mayo una larga lista de improperios:
“¡In-fór-ma-te, Televisa te idiotiza, TV Azteca te apendeja!” “¡Más es-cuelas y no telenovelas!” “¡Ustedes, los medios, nosotros, los miles!” “¡Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie en Televisa va a acabar!” y la joya de la corona: “¡Esos son, esos son, los que chingan la nación!”, un furibundo grito dirigido al camarógrafo y al reportero de Televisa quienes, entre atónitos y nerviosos, aguantaron el vendaval muy quietos en el camellón de Niños Héroes.
Y esas fueron tan solo algunas de las consignas hechas con la garganta, porque también estuvieron las hechas a mano, a veces con gis y a veces con plumones: “Milenio vendido” o “Perdió credibilidad” escribieron con gis los estudiantes en la banqueta y la calle de Grupo Milenio, aunque las mantas y los carteles tampoco se quisieron quedar atrás: “Apaga la TV. Lee más”, “Informados, NO acarreados”, “Milenio di la verdad”, “Queremos medios imparciales”, “Somos el 5to. Poder y somos más de 132”, elaboradas en su mayoría por jóvenes universitarios, pero también por profesores, padres de familia, niños y decenas de ciudadanos que simple y sencillamente coincidían con las demandas de los #YoSoy132 (en alusión al hashtag que utilizan en la red social Twitter).
La Marcha #YoSoy132, esa que a muchos les hace recordar el movimiento Occupy neoyorquino, el 15-M español o a los bravos jóvenes de la Primavera Árabe, avanzaba rodeada por el concentrado calor de mayo, y si fue capaz de contar con multitudinarias réplicas en las ciudades señaladas, fue gracias a la organización vía redes sociales que montaron sus integrantes, universitarios de distintas instituciones públicas y privadas del país: UNAM, IPN, Ibero, ITESO, la Anáhuac, la UdeG, la Universidad Veracruzana y la Universidad Autónoma de Querétaro, por citar a algunas.
Mucho calor y dos medios en la mira: primero, Televisa
En Guadalajara, la marcha salió minutos después de las 6 de la tarde desde el cruce de Chapultepec y La Paz, y a lo largo de sus casi 3 horas de duración, tendría dos puntos álgidos: las instalaciones de Televisa y las de Grupo Milenio, cuyos reporteros se mantuvieron siempre a una prudente distancia del grueso de los marchistas, entre 900 y mil 300 (las cifras más conservadoras siempre suelen provenir de las autoridades y las más optimistas de los organizadores, quienes llegaron a contabilizar hasta 2 mil participantes).
Afuera de Televisa Guadalajara los ánimos se caldearon. La empresa de Emilio Azcárraga Jean le calienta la sangre al movimiento, ya que pesan sobre ella dos viejas acusaciones: 1) Su candidato favorito es Peña Nieto, y 2) Sus prioridades siempre han sido los ingresos y el rating, no informar debidamente a la sociedad.
Y como el espectro por el que transmiten sus canales es propiedad de la nación, el movimiento les exigió, ante sus puertas y a todo pulmón que, o se democratizan o la nación les debería quitar su concesión para transmitir.
Sin saber qué hacer, un par de elementos de seguridad de la televisora se asomó tímidamente a la avenida Alemania para reportar a sus superiores lo que veían. Uno de ellos aprovechó para quitarle al camarógrafo de la empresa una calcomanía con la leyenda #YoSoy132 que alguien le había pegado a sus espaldas.
“No se vale, que no se burlen de mí así, yo soy un trabajador, es mi trabajo”, se lamentó el veterano profesional de la cámara, quien de inmediato continuó enfocando estudiantes para que fueran entrevistados por su compañero reportero.
¡A Milenio!
La Calzada del Águila (sede de Grupo Milenio en esta ciudad) no está lejos de Televisa, así que, y aunque no estaba planeado originalmente, los organizadores arengaron a la multitud a encaminar sus pasos rumbo al consorcio multimedia, acusado, entre otras cosas, de publicar encuestas sumamente favorables a un candidato ya antes mencionado en esta crónica: Enrique Peña Nieto.
A pesar de tener sus puertas cerradas, Milenio permitió la entrada a sus instalaciones a un par de organizadores para que fueran entrevistados en el espacio informativo que justo en esos momentos estaba al aire.
En la calle, la muchedumbre pudo escuchar la entrevista (por el 89.1 de FM) gracias a que otro de los coordinadores pegó su celular a un megáfono, desde donde se escuchó cómo demandaron a la empresa que revisara sus coberturas y colaboraran a construir un proceso electoral con ciudadanos bien informados.
Minutos después, los conductores de Milenio aseguraron que Janet Vásquez, otra reportera, estaba “a las afueras” de la empresa para informar sobre la marcha. Verdad a medias: Vásquez jamás atravesó la puerta e hizo la entrevista con otros manifestantes estirando su brazo entre los barrotes de la entrada principal.
Grupo Milenio está en Calzada del Águila 81-Z, y cuando después de un par de manotazos a la pared metálica exterior el 1 se vino abajo, alguien quiso inmortalizar el momento con una frase: “Mira, ya se les cayó el numerito”.
A las 8 de la noche el noticiero terminó, el calor había bajado y la Marcha #YoSoy132 en Guadalajara decidió regresar a su punto de partida, no sin antes contar con dos oportunidades para poner a prueba su muchas veces repetido carácter “antipartidista”.
Primero, en Enrique Díaz de León y Alemania los marchistas se desgañitaron gritándoles “acarreados” a un grupo de no más de 10 simpatizantes del PRI enfundados en camisetas de Ramiro Hernández, candidato a la alcaldía de Guadalajara. Unas cuantas calles después, el contingente pasó frente a una oficina de campaña de Enrique Alfaro, candidato a la gubernatura de Jalisco, hacia la que dirigieron un grito en particular: “¡No nos falles, no nos falles, no nos falles!”
La marcha siguió con la noche casi encima y decenas de elementos de Vialidad y la Policía Municipal vigilándola y cubriéndola del pesado tráfico tapatío.
Las consignas no cesaron, la gente casi no se dispersó y prácticamente todos los que iniciaron volvieron a La Paz y Chapultepec (eso sí, seguidos por mucha menos prensa), refrescados por una brevísima llovizna a la altura de la Glorieta de los Niños Héroes.
Al final, al filo de las 9 de la noche, se intercambiaron unos cuantos libros y se invitó a los presentes a que no solo se quejaran, sino que compartieran sus propuestas, ya fuera por medio de papelitos o a través de internet, que para eso el movimiento tiene y sabe usar su página yosoy132.mx, su Twitter y su Facebook.
En México los jóvenes son mayoría: según el IFE, 14 millones de mayores de 18 años podrán votar el próximo 1 de julio, y de esos 3.5 millones lo harán por primera vez.
Cualquier asesor político diría que más vale no hacerlos enojar.
1 comentario
Ni tan apartidistas verdad?
Ni tan apartidistas verdad?
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