En el hotel están todas las oficinas de los países y la salas de negociación oficial de la COP. Sabiendo queel precio de una habitación es de $250 dólares por noche, ¿pueden imaginar qué países no están hospedados allí? No están ahí varios países africanos, latinoamericanos, ni algunos de los insulares.

Como había comentado en un post anterior, la Conferencia de las Partes (COP) se está llevando a cabo en dos lugares, un centro de convenciones y un hotel, el Moon Palace. En el centro de convenciones están los stands de ONG, países y organismos internacionales, así como salones para eventos alternos.

En el hotel están todas las oficinas de los países y la salas de negociación oficial de la COP. Además muchas delegaciones se están quedando ahí. Sabiendo que, según la página de Internet de la convención, el precio de una habitación es de $250 dólares por noche, ¿pueden imaginar qué países no están hospedados allí? No están ahí varios países africanos, latinoamericanos, ni algunos de los insulares. El efecto es que los delegados de países con menos capacidad económica, y que generalmente tienen pocos personas en sus delegaciones, tienen que invertir alrededor de dos horas en trasportación cada día, que resulta una pérdida invaluable en la situación como esta con los tiempos tan limitados.

No creo que este efecto haya sido a propósito, pero es una muestra de cómo decisiones bien intencionadas resultan en divisiones que reflejan la geopolítica internacional. Alguien me comentó el lunes que esperaba que en pocos días las ONG y los países que no se estaban hospedando en la sede central hicieran una demostración de su inconformidad con este detalle. No ha sucedido hasta ahora. Posiblemente porque también están resignados a que los avances que se logren serán algunas de las piezas para un acuerdo más grande y no el acuerdo en sí.

Como dato curioso, en una de las plenarias del martes, México, a nombre del Grupo de Integridad Ambiental, hizo notar la importancia de la participación de la sociedad civil. No creo siquiera que quien haya escrito esa intervención sea consciente que el Gobierno de México, como organizador de la COP, no esté haciendo lo que se requiere para esa participación.