«Alfabeto inconcluso», de Baudelio Lara
Jorge Esquinca – Edición 506

Baudelio Lara se acerca a las letras con una atención cómplice, no carente de ternura y de un alado sentido del humor. Cada letra es un ser vivo, parece decirnos
C
Como sibilante serpiente, tienes un conflicto de identidad entre los sonidos suaves y las marcas, sobre todo con las vocales poderosas. Vives en una constante negociación. ¿Sigues la seca sucesión de sonidos hasta llegar al final de la palabra? ¿O cierras toda posibilidad de silbido, puntuando la palabra con golpes secos y definitivos? Curva ala de cuervo, pliegue de la sábana, cofia de enfermera, culebrón interminable, camafeo inexistente, colonia desterrada en desiertos africanos imaginarios. Así eres tú, cucufata, colombina, cilente, cesuda, cimple y complicada a la vez, indefinida en tu voz. Eres, como algunas de tus primas, proclive a los errores, si no hay señales hispanas.
Tu signo de identidad es un enigma, pues no se puede construir un acertijo sin tu concurso, a menos que la confusión cambie el significado. Pero a mí me recuerdas cosas cálidas: casa, comida, café, canela, cobija, comodidad, incluso, cultura. Será porque eres la puerta de entrada al corazón, será porque eres la mitad de un corazón, será porque mueves el viento que despeina un cañaveral en verano.
Tienen razón quienes se han percatado de tu doble cara. En una de ellas, pareces a punto de estallar. Te traiciona tu ceño fruncido, tu mandíbula tensa que contiene una feroz mordida. ¿Quién te hizo enojar? ¿A quién quieres destrozar con tu crudeza? Con ella a veces prestas tu sonido para esconder un crimen. Pero eso nadie lo sabe. Prefiero tu otra cara. A mí me sigues recordando cosas cálidas.
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No sólo las palabras, cada una de las letras que componen el alfabeto puede ser, en la imaginación de Baudelio Lara (Teocaltiche, Jalisco, 1959), un dispositivo que requiere ser cuidadosamente estudiado. Así lo demuestra su más reciente publicación: Alfabeto inconcluso (2025). Se trata de una breve y sustanciosa colección de poemas en prosa donde el autor se detiene y elige, con singular mirada, algunas letras que por su cualidad de signo gráfico y por la importancia que revisten en la composición de las palabras, solicitan su intervención. Hay en ellas una suerte de íntima rebelión; veamos, por ejemplo, en el poema que aquí presentamos, cómo es que la aparentemente ingenua letra “c” toma las riendas del discurso y altera la ortografía de algunas palabras —“cilente, cesuda, cimple”—. Baudelio se acerca a las letras con una atención cómplice, no carente de ternura y de un alado sentido del humor. Cada letra es un ser vivo, parece decirnos, dueño de su propia personalidad. Baudelio Lara tiene una amplia trayectoria como crítico de artes plásticas. Su libro El ángel ebrio obtuvo el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta en 1998. Alfabeto inconcluso acaba de ser publicado por Mano Santa Editores en la nueva colección Prueba de Autor.