Leer rima con placer

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Leer rima con placer

– Edición 506

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A veces, sin embargo, en la literatura el acceso al gozo está oculto y hay que esforzarse por descubrirlo. Perseverar, obstinarse incluso.

Suele darse por hecho que el principio operativo de la lectura de literatura ha de ser el gozo. Antes que cualesquiera posibilidades de aprendizaje y apertura al mundo, y al margen de que la experiencia depare una comprensión mejor de las cosas o de los demás, parece indispensable que se verifique lo placentero de dicha experiencia. Nadie se planta voluntariamente ante las páginas abiertas de un libro con el propósito de sufrir —lo que no quita que haya lecturas que ocasionan tristezas, duelos y penurias acaso inolvidables, pero nunca equiparables a los padecimientos o los desconsuelos que pueden agobiarnos de este lado de la escritura, y en comprobar eso hay también un discreto deleite—. Por ello, cabe suponer que no podría existir una literatura resuelta a ocasionar displacer, malestar, contrariedad irreparable, confusión o rabia, o meramente tedio o indiferencia.

A veces, sin embargo, el acceso al gozo está oculto y hay que esforzarse por descubrirlo. Perseverar, obstinarse incluso. Suele ocurrir con los clásicos, que en ocasiones dan la impresión de quedarnos lejos y resultarnos ajenos. Y acometerlos, en efecto, puede parecer penoso… hasta que el milagro sucede: dejadas atrás las dificultades de las primeras etapas, el gozo las recompensa de modo inesperado. Así que la idea de que lo más importante es pasársela bien todo el tiempo conviene dejarla a un lado. Pues puede que terminemos desalentados o defraudados antes de encontrar aquello que, secretamente, estaba esperándonos.

Lo inadvertido

El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida, de Philippe Delerm (Booklet)
En los acontecimientos aparentemente más irrelevantes que conforman lo cotidiano están, a menudo, las posibilidades de placeres incomparables. Y, como demuestra esta colección de breves ensayos, es fundamental una disposición del espíritu, o es quizás un permanente estado de gozosa alerta, para detectarlos y aprovecharlos. Como ese primer trago de cerveza, que no puede jamás ser superado por los que vienen detrás. Delerm alcanzó notoriedad con esta apuesta por la felicidad razonada —que, por cierto, es una delicia leer.

Lo asombroso

Algo elemental, de Eliot Weinberger (Atalanta)
Habría que preguntarse si es posible separar el asombro del gozo. Este libro está regido por dos principios inquebrantables: que todo lo que entregue a la curiosidad del lector sea absolutamente asombroso, y que todo lo que se diga en él sea susceptible de verificarse con el mayor rigor histórico y documental. Traductor de Huidobro y de Paz, Weinberger está habituado a la maravilla que pueden lograr las palabras, y las suyas, en las breves piezas aquí reunidas, indefectiblemente brindarán a cualquiera la peculiar dicha que hay en constatar cuánto del mundo nos resulta insospechable.

Lo visible

El nervio óptico, de María Gainza (Anagrama)
La tramitación de la luz en razonamiento —ver, primero, y enseguida pensar— sugiere que los placeres de la vista son los más cerebrales. Algo hay de eso en lo que hacen los personajes de María Gainza, empezando por su narradora, al mirar las obras de arte entre las que transcurren y se enredan sus vidas. Algo van entendiendo —y, con ellos, nosotros— que solamente el arte puede desvelar, y asistir a esos descubrimientos es una sofisticada forma del gozo, enriquecida (por si fuera poco) por una prosa en la que el español despliega sonoridades y velocidades admirables.

Lo retorcido

Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia (Joaquín Mortiz)
En este presente sobrecargado de precauciones y aprensiones, hay quien cree que Ibargüengoitia está envejeciendo mal: que sus juicios eran en realidad prejuicios, que le faltaba interesarse más por el mejoramiento de su mundo y el triunfo de la verdad y la justicia. La prueba de que esas acusaciones carecen de fundamento es que, de vivir, el propio Ibargüengoitia se burlaría de lo lindo de ellas. Por su materia prima, que es el horror criminal del tristemente célebre caso de las Poquianchis, esta novela pone en funcionamiento una inquietante forma de gozar: después de las carcajadas quedamos preguntándonos por qué diablos todo lo que cuenta nos puede resultar tan divertido.

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MAGIS, año LXI, No. 506, julio-agosto de 2025, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A. C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Édgar Velasco, 1 de julio de 2025.

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