El Festival, ¡el Festival!
Hugo Hernández – Edición
Para dar cuenta de su magnitud y dimensión, de su importancia y relevancia, pero sobre todo para tomar distancia con los premios Óscar, a menudo me ha parecido provechoso hacer un símil entre el mundial de futbol y el Festival de Cannes. (Mientras Óscar hace una parafernalia ostentosa para premiar casi exclusivamente lo mejor del cine norteamericano y quiere hacernos creer que ahí se juega lo mejor del mundo, lo que encuentra su mejor símil en, por ejemplo, la “serie mundial” de béisbol de una liga en la que sólo participan equipos de Estados Unidos y Canadá; mientras los norteamericanos se hacen así el ombligo del mundo, el gran cine del mundo se asolea en Cannes.) No obstante que el símil es ilustrativo, no es exacto: el futbol de selecciones no es el mejor que se pude ver y, además, al mundial se cuelan equipos de segunda, tercera y cuarta categorías (por eso la selección de México casi siempre va), para alcanzar la sección oficial de Cannes compiten centenas de cintas, y sólo ingresa lo mejor de lo mejor. Por eso, por lo general, ahí sí hay una gran competencia, de alto nivel y entre pares. Creo que en futbol no hay nada similar. No, no lo hay.
La edición de este año, la número 64, se llevará a cabo entre el 11 y el 22 de mayo. En ella se entregará una Palma de Oro de honor a Bernardo Bertolucci. La selección (del festival, por supuesto, la otra no merece espacio en este espacio), que recién se hizo pública, confirma el valor que la comunidad mundial concede al festival francés, pues su agenda gira alrededor de él y por eso aquí coincidirá, como se verá, la elite planetaria. La función inaugural será cortesía de Woody Allen, quien se hará presente con Medianoche en París. En lo relativo a la competencia, se presentaron 1715 películas a consideración, de las cuales 19 pelearán en la Sección Oficial por la Palma de Oro. Entre ellas estarán las más recientes entregas de algunos realizadores que ya han ganado la Palma, como el danés Lars von Trier, el italiano Nanni Moretti, los belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne (en dos ocasiones). No menos atención habrá que poner a las películas de: Terrence Malick (el único norteamericano), el español Pedro Almodóvar, el japonés Takashi Miike (con una entrega en 3D), el finlandés Aki Kaurismäki, el turco Nuri Bilge Ceylan, el francés Alain Cavalier y el rumano Radu Mihaileanu.
La lista completa es como sigue:
La piel que habito de Pedro Almodovar
L’apollonide de Bertrand Bonello
Footnote de Joseph Cedar
Pater de Alain Cavalier
Il était une fois en Anatolie de Nuri Bilge Ceylan
Le gamin au vélo de los hermanos Dardenne
Le Havre de Aki Kaurismäki
La femme mystérieuse (Hanezu no tsuki) de Naomi Kawase
Sleeping beauty de Julia Leigh (ópera prima)
Polisse de Maïwenn
The tree of life de Terrence Malick
La source des femmes de Radu Mihaileanu
Harakiri 3D, mort d’un samouraï (Ishimei) de Takashi Miike
Habemus papam de Nanni Moretti
We need to talk about Kevin de Lynne Ramsay
Michael de Marcus Schleinzer (ópera prima)
This Must be the Place de Paolo Sorrentino
Melancholia de Lars von Trier
Drive de Nicolas Winding Refn
Es conveniente anotar, además, que en la sección Un certain regard (Una cierta mirada), que abrirá Gus Van Sant, el mexicano Gerardo Naranjo competirá, con Miss Bala, con cineastas de la talla del coreano Kim Ki-Duk y los franceses Robert Guédiguian y Bruno Dumont.
Con películas como las que aquí se anuncian dan ganas de rentar un esmoquin para ir a la playa. Sí, hasta dan ganas de ir a esa playa.
3 comentarios
SALUDOS
En total desacuerdo estimado Hugo. He estado en cuatro ocasiones en Cannes. Al Festival y sus películas, lo he seguido desde 1977. Es evidente que también se cuelan en Competencia y fuera de ella muchas -¡sí, muchas! películas de lo que llamas segunda, tercera y cuarta categorías. Es difícil sostener, como afirmas, que sólo ingresa lo mejor de lo mejor y que hay “una gran competencia” entre ¿pares?. Qué tiene que ver la industria filipina y sus cineastas con, digamos, Paolo Sorrentino o Lars von Trier? ¿ Está detrás de esa afirmación la creencia de que todos ellos son “iguales” porque hacen un cine diferente, de arte, con calidad, propuesta y que forman la “elite planetaria” del cine?. Esas fronteras son las que ya no distingo y seguramente será mi problema. Supongo que el símil es inadecuado entre otras cosas porque una selección de futbol de tercera categoría, una noche puede brindar una exhibición exquisita y memorable de juego. Una película no cambiará lo que denominamos su nivel o categoría porque vaya o no al show de Cannes (en competencia). Alertaría sobre la fascinación a las mitologías de los grandes nombres y los patriarcas con sus prestigios, o a la seducción que sobre los criticos tienen sus obras anuales. Ahí estuvo, no hace tanto, Los abrazos rotos en competencia (!) un melodrama burdo para paleros. Es preciso revisar con mayor cuidado las guías de Cannes y descubrir que cada año y contando, hay innumerables verdaderos bodrios, algunos de ellos de factura mexicana o latinoamericana. Muchos otros rostros no tan visibles y glamourosos coexisten en este festival (tal vez más humanos y deleitables). Menciono, no sin nostalgia, las conversaciones en las largas e inevitables “filas” con cinéfilos de todo el mundo ávidos de entrar o conseguir un sitio, los encuentros en el tren con panaderos, diseñadoras, filosofos y estudiantes, las conferencias, los vagabudeos en la madrugada después de la fiesta cotidiana, las decenas de soberbias películas pequeñitas y diversas que por ahí pueden verse y que en los créditos no tienen como director a… En fin, alabo y sigo tu trabajo sobre el cine, pero esta vez no coincido. Espero que habrá más oportunidad de hablar de esto. Nota 1: el esmoquín es sólo para las galas, pero si uno tiene tiempo (de 8 am a 01 am), dinero (tipo de acreditación) y contactos (amigos en las distribuidoras, embajadas o con productores importantes), puede ver -casi- todos los films en competencia que quiera. Nota 2: Me deslindo de la idea de categorías para las películas. Eduardo Quijano
Algo sucede con el botón de
Algo sucede con el botón de “me gusta” que nada más no funciona. Y eso es terrible porque a mi (a diferencia del señor Quijano que se vino a ensayar acá teniendo su propio blog) sí me gustó esta entrada.
Saludos.
Gracias por la observación
Gracias por la observación Eunice, vamos a ver qué sucede para resolver el problema.
Saludos.
Magis.
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