NO LLORES POR MÍ, ARIZONA
Eduardo Quijano – Edición
No vamos a echarnos atrás” “tenemos mucho sitio en la cárcel. Y si no lo hay, ya lo encontraremos”
Joe Arpaio, sheriff del condado de Maricopa, Az.
Los efectos de un período recesivo como el que vivimos se traducen en mucho más que desocupación y violencia. Son causa de irracionalidad y perversión. El desquiciamiento económico conlleva profundas alteraciones del equilibrio social, entre otras, el resurgimiento de un autoritarismo histérico: orden en lugar de libertad, mitos y falsedades en lugar de hechos. De este fenómeno da cuenta con dolorosa claridad la historia de los mexicanos migrantes en los EEUU. Durante la gran crisis económica de 1929, el flujo migratorio desde México prácticamente se paralizó. En aquellos días de la llamada Gran Depresión, los estados en la unión americana endurecieron su postura con rigurosos programas de deportación y detenciones al tal grado que en los años 30 del siglo XX la población mexicana disminuyó 41% en los Estados Unidos.
Es revelador que hoy se quiera ignorar que está ocurriendo algo similar. El sociólogo Douglas Massey de la Universidad de Princeton formula en diversos estudios algunos mitos que prevalecen sobre la migración mexicana. Ofrece datos sobre la caída de la migración que son contundentes al respecto: los 12.6 millones de residentes mexicanos, disminuyeron a 10.6 millones en 2009. En ningún lugar fue tan sensible este declive como en Arizona donde -sólo durante el año pasado- los trabajadores ilegales decrecieron en más de 100,000. La población considerada de origen mexicano (hispana) alcanza 38% de los seis millones de habitantes del Estado. Se pronostica que las cifras del nuevo censo, previsto para este mismo año, serán inferiores, primordialmente porque muchos mexicanos están comenzando a instalarse en estados vecinos.
La mayoría de los expertos coincide en que, desde el inicio de la crisis económica actual , la migración muestra un marcado descenso o que se ha detenido con la desaparición de trabajos en Arizona.
No es pues el flujo exponencial de la migración -como algunos medios proponen- lo que obliga a los políticos republicanos a la creación de la polémica Ley SB 1070. Según un estudio reciente del Instituto Morrison de Políticas Públicas de la Universidad del Estado de Arizona, para la mejor comprensión de la problemática es preciso desvanecer algunas de las principales argumentaciones que han cargado esta densa atmósfera de falsificaciones. Los datos del estudio son ampliamente desfavorables a los supuestos planteados por los defensores de la SB 1070, por ejemplo:
- Es falso que la mayoría de los delitos violentos en Arizona son cometidos por los inmigrantes indocumentados. Arizona goza durante los últimos años de un período de bajo-crimen. Por otra parte, estudios con cobertura nacional son categóricos: los inmigrantes tienen índices más bajos de criminalidad y encarcelamiento que los nativos residentes.
- Es falso que la demanda de atención por los inmigrantes indocumentados esté desbordando al sistema de salud pública del estado. Desde 2004, los inmigrantes indocumentados son inelegibles para el programa de cuidado médico del estado para indigentes y significan sólo seis por ciento del costo total al sistema hospitalario de Arizona destinado a atender a pacientes con baja cobertura o sin seguro. También en este caso, estudios nacionales indican que los inmigrantes indocumentados utilizan servicios de urgencias de hospital proporcionalmente menos que los residentes nacidos en el estado.
- No existe evidencia que el sistema escolar esté abrumado por la demanda educativa de los hijos de inmigrantes indocumentados.
Con todo ¿qué dicen las creencias y opiniones de la América profunda?
Los resultados de los Rasmussen Reports del 28 de mayo de 2010 revelan que 67% de los votantes estadounidenses expresan la necesidad de que tropas militares sean enviadas a la frontera con México como fuerza para detener la inmigración ilegal. Frente a ellos, sólo 18% se opone.
68% de los votantes dicen que es más importante lograr el control de la frontera que la legalización de los trabajadores indocumentados.
Otras investigaciones de carácter nacional son enfáticas respecto de las opiniones y creencias de los ciudadanos estadounidenses:
La de CBS/New York Times:
65% “la inmigración es un asunto muy serio”
74% “los migrantes debilitan nuestra economía”
78% “debemos hacer más para detener a los inmigrantes ilegales”
72% “la ley Arizona tendrá efectos desproporcionados en ciertos grupos étnicos y raciales”
La realizada por NBC/Wall Street Journal:
64% de los encuestados apoyan la Ley SB 1070
66% dice que la ley Arizona generará discriminación hacia migrante legales
Una muy profunda y específica del Pew Research Center:
73% aprueba que se solicite a cualquiera mostrar documentos que verifiquen su estatuto legal (65% demócratas)
67% aprueba que la policía detenga cualquier persona incapaz de comprobar su estatuto legal
Y LA VIDA CONTINÚA…
Casi 30% de los jugadores de la Grandes Ligas nacieron fuera de los EEUU y muchos de ellos se han manifestado públicamente en contra de la Ley Arizona.
50% de los equipos de las grandes ligas hacen el entrenamiento primaveral en Arizona.
Dos congresistas en los EEUU presentaron iniciativas para que la sede del Juego de Estrellas de 2011 sea retirada a Phoenix.
Diariamente en diversas ciudades de Arizona grupos de migrantes llaman a boicotear a las empresas de Arizona, actividades artísticas, comerciales y deportivas, a no mercancías producidas en Arizona, a evitar el uso de transportes con base en el Estado.
Asociaciones profesionales y agrupaciones civiles han cancelado reuniones y congresos que celebrarían este año en Arizona.
Los alcaldes de Los Ángeles, San Diego y San Francisco del estado de California, han solicitado boicot empresarial hacia Arizona.
Durante la semifinales de la NBA en la Conferencia Oeste contra los Lakers de Los Angeles, el equipo Suns de Phoenix se manifestó abiertamente contra la Ley SB 1070 portando playeras con la leyenda “Los Suns”