EL ORIGEN: SUEÑO PODEROSO
Eduardo Quijano – Edición
La industria que la antropóloga Hortense Powdermaker bautizó en su libro Hollywood, The dream Factory como la “fábrica de sueños” ha logrado con El Origen (Inception, Christopher Nolan 2010) una obra de una extraña profundidad reflexiva donde las aventuras oníricas relatadas cautivan tanto como desconciertan al espectador. ¿Qué clase de película es ésta superproducción que se ha convertido en uno de los mayores éxitos veraniegos del 2010? Cualquier valoración sobre ella no debiera fundarse únicamente en la confusión que provoca en espectadores con baja tolerancia a la tecno-ciencia ficción, en la voluptuosidad desquiciante de sus efectos especiales, o en cualquier devoción o alérgica distancia con la figura de Leonardo DiCaprio en el rol protagónico.
¿Por qué El Origen es para algunos una obra maestra y para otros una película menor, conservadora y vacía? ¿Acaso por su formidable, paradójica y entusiasmante simplicidad?
Tal vez uno de los puntos fuertes de la película de Nolan es la imposibilidad de contarla de una sola forma o siquiera resumirla. Al sumergirnos en el intrincado universo de los sueños, en la irremediable fragmentación de sus pesadillas, somos cómplices de la ambición del director: crear la película de un viaje tan emocionante, tan inesperado e inquietante como lo son los sueños que inventamos. Cuando la película termina uno desea volver a verla una y otra vez, animado por una ansiedad reconfortante. Se agradece que la película transcurra sin necesitar de la autosuficiente pedantería filosófica a lo Matrix o presa de la necia intención de consagrar una obra perfecta (no lo consigue por el uso constante de clichés de crítica a la modernidad). Aunque quedan al descubierto varios tropiezos en el ensamblaje del guión, El Origen posee un armado impecable, producto de la astuta maestría de Nolan en el manejo del lenguaje visual con secuencias inverosímiles, hibridación de géneros (thriller, ciencia ficción, fábula moral sobre el amor, drama paranoico sobre el complejo de culpa por paternidad irresponsable) con un resultado que sugiere más una oda al poder del subconsciente y sus enigmáticas consecuencias, que un acertijo narrativo.
En esta historia entender no es suficiente, siempre habrá algún otro plano (por ejemplo, el persistente entramado de los recuerdos donde gravitan distintos tiempos), para vivir con profunda extrañeza eso que llamamos realidad. Desde donde se le vea, el atrevido viaje a los subterfugios de la mente humana ha producido un film arrebatador por la intensidad de sus apuestas, por la calidad de un elenco sobrado de talento interpretativo, por el minimalismo absorbente de la banda sonora de Hans Zimmer trabajado mediante la dilatación de una sola nota de Non, Je regrette rien y otras muchas virtudes (no tan) evidentes.
Valga destacar una solamente: la facilidad para ofrecer un espectáculo subyugante usando tópicos del mejor cine de entretenimiento: acción vertiginosa, persecusiones, explosiones, personajes y lugares exóticos. Así, la historia de una pandilla de ladrones capaz de extraer sueños y sembrar ideas en la mente de otros, el genial rompecabezas de realidades simultáneas en cuatro niveles de sueño, la frondosidad arquitectónica de mundos ilimitados, son resueltos con asombrosa claridad y lógica persuasiva. La película se alimenta de muchos referentes y acusa amplias deudas estilísticas con directores como David Cronenberg (Videodrome, Scanners, eXitenZ, Crash), Satoshi Kon (Paprika), Katsuhiro Ôtomo (Akira), Alex Proyas (Dark City), Ridley Scott (Blade Runner), Terry Gilliam (Brazil, Bandidos del Tiempo), Peter Weir (Truman Show), Alejandro Amenabar (Abre los Ojos), Steven Spielberg (AI). Nuevamente Nolan es fiel a sus obsesiones: pesadillas surrealistas, transformaciones, ilusionismo, figuras ambiguas, simulación, dobles personalidades, elasticidad del tiempo, cuartos de espejos, misterios de nigromancia audiovisual, elementos presentes en Insomnia, Memento, Batman Begins, Prestige y en su obra maestra: The Dark Knight
En El Origen el conjunto de imágenes y escenas con alucinantes efectos visuales -como la insólita caminata por las calles de París- no queda vaciado de sentido. Su barroquismo delirante está sometido al relato de la insatisfacción humana y a los cuestionamientos morales de decisiones en el límite. Nolan ha invertido diez años en confeccionar, mediante un ejercicio estilístico perturbador y riguroso, un espectáculo deleitante y aterrador, una experiencia capaz de dinamitar certidumbres y acercarnos al caótico, infernal y gozoso mundo de los sueños reales y las realidades soñadas.
6 comentarios
Me da mucho gusto que haya
Me da mucho gusto que haya vuelto a escribir, porque ya habia pasado bastante desde Olga Guillot. Soy fan de su blog, lo leo siempre en mis tiempos libres, siga así!
Que chido está su blog, prof!
Que chido está su blog, prof! Hacía tiempo que no sabía nada de usted. Curiosamente
el otro día me metí aqui y descubrí que tiene un blog. Lo estuve leyendo y me gustaron mucho las “historias redondas”. Bueno eso es todo. Me dio gusto volver a tener noticias suyas. Le mando muchos saludos.
Eduardo:
A mí sí me encantó
Eduardo:
A mí sí me encantó la película. Sin pena, ‘presumo’ haber salido temblando de la sala de cine y haber enmudecido unos cuantos minutos. Deja la música, la historia, el guión o lo ‘original’ o fresco de la propuesta (la comparación entre si es fresca o no, tomando en cuenta la cantidad de secuelas, remakes, que pululan en el cine hollywoodense actual, no importan, son harian de otro costal), lo que me parece fenomenal es la capacidad hipnótica que da una narrativa simple y compleja a la vez, pero chapucerona en buen plan. Ante esas chapuzas, yo sí me dejo embaucar…
¡Saludos!
Es impresionante lo que ha
Es impresionante lo que ha logrado Nolan en esta película, la cual genera una adicción impresionante. Uno desea volver a verla, volver a escuchar su música, volver a asombrarse con los efectos especiales y también con las ganas de ir a la cama para soñar. Excelente artículo.
Claro que es un sueño
Claro que es un sueño poderoso. Nolan es un genio como hay poco en el cine comercial. Ya se me antoja saber cuál será su próxima película. Tu artículo es bastante inteligente y profundo. Aquí varios te leemos con frecuencia, perop a mí No me gusta que tardes tanto en colocar tus artículos.
felicidades y espero que hasta muy pronto
Amira
Que tal profe, soy alumno
Que tal profe, soy alumno suyo de cine mexicano. Cuando terminó la pelicula no podía dejar de pensar en lo que acababa de ver. Nunca había visto una película con tal magnitud de producción y tal fuerza: la historia, los efectos, los escenarios, la música, todo. Me impresionó que la historia no solo te captura por lo lo que vez en pantalla sino por lo que sucede en la mente de los personajes.
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