Por Alondra Quezada Esquivias

Los indígenas que migran a la ciudad se enfrentan con situaciones muy difíciles: son aislados y relegados a papeles sociales marginales, contratados como albañiles, mozos, sirvientas; viven un violento choque cultural con la cultura mestiza dominante en el que su identidad se ve amenazada; viven en la incertidumbre por no contar con vivienda propia, por las dificultades que tienen su hijos para entrar a la escuela, por lo caro que cobran los servicios médicos, porque no cuentan con un empleo seguro y mucho menos bien pagado. El precio que tienen que pagar por buscar mejores condiciones de vida es muy elevado. Sufren una verdadera discriminación social.

Sin embargo, los pueblos indígenas viven en la esperanza. Continúan organizándose y permanecen celebrando su fe. Muchos siguen hablando su lengua y algunos continúan vistiendo sus colores.

Frente a esto, diversas comunidades indígenas en Guadalajara y el Equipo de Apoyo a Migrantes Indígenas (EAMI), una organización civil que ofrece servicios educativos y acompañamiento a estos grupos celebrarán el III Encuentro Interétnico, que tendrá lugar el próximo domingo 28 de noviembre en la comunidad Purépecha de La Noria, en Zapopan, Jal. El Encuentro es un espacio para convivir, compartir el ser indígena, los modos de habitar esta ciudad, para festejar nuestros senderos caminados, y está dirigido a las comunidades indígenas que viven en Guadalajara con las que trabaja el EAMI.

Habrá un torneo de futbol con equipos representativos de las comunidades indígenas, verbena popular (con puestos de juegos y comida), y presentaciones culturales (entre ellas la danza de los viejitos, la danza de las guaresitas y la banda Mixtecos en Clave de Sol).

Actualmente se reconoce de manera oficial que hay poco más de 6 millones de indígenas de 57 etnias diferentes a lo largo de todo el territorio nacional. Cada pueblo tiene su propia cultura, su lengua, sus usos y costumbres, su forma de vestirse, sus autoridades, sus valores y cosmovisión del mundo, sus danzas y músicas tradicionales.

Las políticas económicas neoliberales que se han implementado en los últimos años por parte de los gobiernos, , aunadas a la crisis económica mundial han provocado situaciones de abandono, miseria y carencias económicas que afectan a la mayor parte de la población en nuestro país: cierre de empresas, desempleo, bajos salarios, migración interna y externa, violencia intrafamiliar, inseguridad, inseguridad pública, corrupción, narcotráfico, alcoholismo, desintegración familiar, son tan sólo algunas de las manifestaciones más patentes.

Los pueblos indios son unos de los sectores más lastimados por esta grave situación. Sus comunidades carecen de los servicios públicos elementales: carreteras, luz, agua, drenaje, escuelas, hospitales. Muchos de los indios han sido despojados de sus tierras y han sido relegados a las montañas o cerros que son tierras de temporal. La mayoría de los indígenas carecen de un salario fijo, viven al día, sobreviven gracias a los alimentos que obtienen de sus parcelas o solares.

Por todas estas razones, muchos indígenas se ven obligados a abandonar sus familias y sus tierras para irse a las ciudades más grandes del país. En la Zona Metropolitana de Guadalajara se estima que hay alrededor de 25 mil indígenas de por lo menos 17 etnias diferentes.