Previo al arranque del Congreso Hacia Ciudades Libres de Autos, les compartimos este perfil de Alejandro González, uno de los involucrados en el proyecto que decoró distintos cruces peatonales en el centro de Guadalajara.

Alejandro González es estudiante del séptimo semestre de la licenciatura de Diseño en el ITESO. A sus 24 años sueña con tener una mejor ciudad, en donde los automovilistas y los peatones puedan convivir sin mayor conflicto en las calles. Es un apasionado del mar y de las olas altas. Le encanta surfear desde hace varios años y le gusta pedalear por la ciudad en su bicicleta, porque al hacerlo siente la oportunidad de verla desde otro punto de vista, más relajado. Antes de estudiar tomó cursos relacionados con la administración deportiva y ciencias del ejercicio humano. “Descubrí que la manera en que quería relacionar la industria del surf en mi vida era desde el diseño”.

Una madrugada de mediados de agosto González terminó de intervenir el asfalto del primer cuadro de la ciudad. Bajo la iniciativa de la organización Ciudad para Todos, Alejandro y cinco compañeros pintaron el paso de cebra que hay en el cruce de la avenida Juárez y 16 de septiembre en el Centro Histórico de Guadalajara.

En el asfalto de la avenida Juárez se pueden ver cinco conos color naranja, similares a los que se utilizan con fines de control vial, convertidos en personajes con pies y manos, que tratan de cruzar la calle corriendo. Esto tiene el fin de integrar tanto a peatones como transeúntes de la zona para hacer una movilidad más amigable y, sobre todo, para que los automovilistas respeten el paso al peatón.

Desde las 22:30 horas del domingo 15 de agosto y hasta las 05:00 horas del día siguiente los jóvenes integrantes del colectivo Expresión Urbana –Pablo Castañeda, Víctor Manuel Jiménez, Pablo Saracho, Miguel Ángel Delgado, Gibran Julian, David Rocha y Alfonso de Anda– intervinieron en total cuatro cruceros en las avenidas Juárez y la Calzada Independencia,  Juárez y 16 de Septiembre, Hidalgo y Pedro Loza, y en las calles Prisciliano Sánchez y 16 de Septiembre.

“Estas obras no son sólo de una persona, es el resultado de muchas personas que quieren dejar su marca como ciudad, que quieren hacer mejores áreas en la calle y que buscan mejorar la movilidad”, subraya Alejandro. Los gráficos que pintaron sobre las calles se realizaron en el marco del Congreso Internacional Hacia Ciudades Libres de autos, que comienza el próximo lunes y que tendrá como sede principal al ITESO.

Alejandro expresa que poco a poco se ha dado cuenta de la funcionalidad que puede tener el arte. Sus referentes para este tipo de creaciones son artistas que salen a la calle no sólo a plasmar gráficos, sino aquellos que tienen conciencia de su entorno social. “Para hacer un cambio en esta ciudad necesitas hacer ruido. Se nos dio la oportunidad y es una buena manera de expresar que hay un grupo de gente que busca un cambio en el sistema de movilidad y organización vial de la urbe”.

Además de ejecutar este tipo de arte urbano, Alejandro se dedica a desarrollar proyectos creativos por su cuenta, como la creación de imágenes corporativas o la realización de algún video. También trabaja diseños sobre tablas de surf y mochilas.

En 2009 González recibió una beca del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) para fomentar el desarrollo de comunidades locales. Gracias a esta beca , ese mismo año pudo dar clases de arte urbano en el barrio del Santuario, cerca del corazón del Centro de la ciudad. “En este proyecto se invitaba a los vecinos no sólo para que desarrollaran la capacidad de poner el arte en la calle, sino para que las personas se apropiaran del arte y se dieran cuenta que ellas mismas lo estaban generando”, comenta.

Agrega que para  aprender a hacer algún trabajo o actividad relacionada con el arte se necesita mucha disciplina y persistencia,  aspectos con los que “se logró concientizar a una zona de la urbe del potencial de las personas que viven ahí, y amalgamar los intentos de las personas por hacer arte”.  Respecto a la confusión que puede existir entre la ciudadanía de que este de tipo ilustraciones pueda tomarse como graffiti, Alejandro apunta que “el arte urbano no distingue la actividad ni la técnica. El graffiti está ligado a una cultura urbana específica. Nosotros nos desligamos un poco y le llamamos arte urbano, aunque no es mucha la diferencia”, aclara.

A algunas personas que caminan o conducen por las zonas intervenidas les parecen atractivas este tipo de iniciativas, mientras que  otras no las aprueban del todo porque dicen que puede distraer la atención de las personas para ver los gráficos en el piso. Sin embargo, González considera que esto es “como un grito en el suelo de que algo se tiene que hacer por mejorar la movilidad. El arte se arriesga a que haya gente a la que sí le guste y a la que no”. En su visión, las fallas relacionadas con la movilidad en la ciudad  deberían solucionarse de manera integral. Se trata de que todos dejemos un  poco nuestro lado egocéntrico y aprendamos a compartir el coche: “Creo que a veces abusamos del auto, no tengo nada en contra de los autos, yo también tengo uno, pero si tuviéramos más conciencia y un plan de movilidad integral de la ciudad todos saldríamos ganando”, dice.

El colectivo Expresión Urbana ya prepara el contenido de sus próximas intervenciones para los Juegos Panamericanos.