San Juan y los Estados Fallidos

San Juan y los Estados Fallidos

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El día de San Juan comienzan las lluvias. Mucha gente toma eso como una verdad indiscutible. La realidad es que, a partir del incremento en la temperatura global, los patrones del clima se están alterando.  En México la disponibilidad natural media de agua ha disminuido de 18,035m³/hab/año en 1950 a 4 ,312 en 2007. Los efectos en la agricultura de la combinación de temperaturas más altas y cambios en la distribución del agua comienzan a ser evidentes, sobrepasando al efecto de los incrementos en la producción derivados de los avances en fertilizantes, técnicas de riego y genética. Como ejemplo, la producción de trigo de China (la más grande del mundo) ha disminuido en un 8 por ciento desde su punto más alto en 1997; en los mismos 12 años la producción de arroz de China bajó 4 por ciento.  De acuerdo a un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, por cada grado centígrado de aumento en la temperatura por arriba de la norma, los rendimientos de trigo, arroz y maíz disminuyen un 10 por ciento. Esto, unido al crecimiento desproporcionado de la población, genera una escasez severa de alimentos para grandes sectores, lo que a su vez crea amenazas enormes para la estabilidad política y social orillando a muchos países a convertirse en “estados fallidos”: un estado falla cuando el gobierno no puede proporcionar servicios sociales básicos como seguridad personal, seguridad alimentaria, salud y educación. El Dr. Lester Brown, fundador y director del “Earth Policy Insititute” y uno de los pensadores más influyentes del mundo, describe en un artículo de la revista Scientific American la relación entre la escasez de agua, el cambio climático, el abasto de alimentos y la estabilidad política. El riesgo para la estabilidad global es alto, puesto que los impactos de estados fallidos en la comunidad internacional derivados de las guerras locales y desplazamientos masivos de población  son muy negativos.  El Dr. Brown insiste en que queda poco tiempo para actuar como sociedad mundial y  revertir el cambio; específicamente propone cuatro puntos: un esfuerzo masivo para reducir las emisiones de carbono; la estabilización de la población mundial en 8 mil millones o menos para el 2040; la erradicación de la pobreza;  la restauración de bosques, suelos y acuíferos.


Anciana que vive de limosnas en Puebla, México


Vaya tarea. ¿Y qué hacemos en México? Tomemos el primer punto, relacionado a la reducción de las emisiones de carbono y directamente relacionado al cambio climático. De las propuestas documentadas en las plataformas electorales de los tres partidos políticos más grandes, sólo el PRD habla de adherirse al protocolo de Kyoto, sin embargo el PAN y el PRI mencionan la promoción de un mercado de bonos de carbono (el PRI habla inclusive de su bursatilización en México). Todas las propuestas también establecen que apoyarán la generación de energía eléctrica con medios renovables como la solar y la eólica; sólo el PRD menciona a la energía nuclear. Sin embargo, ningún partido político habla de fomentar la eficiencia energética (ahorrar   energía). Dejar de utilizar un Kilowatt es órdenes de magnitud más barato que generar un Kilowatt – por ejemplo, para instalar capacidad de generación de un Megawatt (mil Kilowatts) a partir del medio renovable más barato, una caída de agua (hidráulica), la inversión es de aproximadamente un millón de euros y  el retorno de inversión se da en no menos de 5 años. El retorno de inversión en generación solar es del orden de 20 años. La omisión es preocupante por el diferencial de costo entre ambas estrategias. Peor aún, la omisión es sorprendente porque desde 1992  el Gobierno Federal creó el Fideicomiso de Apoyo al Programa de Ahorro de Energía del Sector Eléctrico (FIDE) precisamente para impulsar proyectos de eficiencia energética: mucho más allá que el reemplazo de focos o refrigeradores, el FIDE ha apoyado grandes proyectos de ahorro de energía en sectores público y privado, incluyendo grandes industrias, bombeo de agua y alumbrado público. Es decir, el mecanismo para habilitar los proyectos de eficiencia energética en México ya existe, México fue uno de los primeros países a nivel global en establecerlo. Ningún partido político parece tener esta estrategia en su pantalla de radar, esto a pesar de atestiguar de cerca políticas como la de Estados Unidos, que han redoblado esfuerzos y específicamente declarado a la eficiencia energética, junto con las energías renovables, como un pilar de la recuperación económica. Es fundamental trabajar duro  en ese sentido, sería una terrible señal de miopía en administración pública y un error muy costoso para la sociedad a mediano plazo el que no se haga. Aún es tiempo. De cualquier forma, quizás sea conveniente encender una veladora a San Juan.

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

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