Deepwater Corruption

Deepwater Corruption

– Edición

Esperemos que al momento en que se lean estas líneas, la empresa British Petroleum finalmente haya tenido éxito en detener el flujo de los miles de litros de petróleo crudo que desde el 20 de Abril han fluido diariamente del agujero que dejó en el suelo marino, a mil 500 metros bajo la superficie, el incidente en la plataforma Deepwater Horizon.

Cinco mil barriles diarios según BP, 50 mil según expertos (un barril son aproximadamente 159 litros). Es difícil calcular el total de los daños en este tipo de desastres que involucran un serio daño ambiental, puesto que el cálculo económico se hace basado en actividades que afectan al hombre, directa o indirectamente, pero no a otras especies: por ejemplo, la afectación a especies marinas se contabiliza fácilmente cuando tienen valor comercial (producción pesquera perdida) pero no es fácil cuando no son explotadas por el hombre (por ejemplo, delfines muertos).


Esta se ha convertido en una “crisis existencial” para BP, según palabras del Secretario del Interior de EEUU, Ken Salazar (Mural, Mayo 24, 2010). La misma BP reporta en su página Web que ha gastado $760 millones de dólares en las acciones de respuesta hasta el momento, concentradas principalmente en labores de contención y pago de reclamos a entidades afectadas. Agrega que “es muy temprano para cuantificar otros costos y responsabilidades potenciales asociados con el incidente”.

¿Es realmente una crisis existencial? Para poner en perspectiva este esfuerzo, la cantidad equivale a un 0.32% de sus ventas en el mismo año ($239,272 M USD) y a un 4.5% de sus ganancias reportadas para 2009 ($16,578 M USD); en el corto plazo pareciera que BP tiene aún una cantidad de recursos económicos muy grande para seguir e inclusive incrementar el esfuerzo.

Vendrá después el costo de superar la crisis en la opinión pública, como ocurrió con Exxon después del derrame del Exxon Valdez en Alaska, en Marzo de 1989; sin embargo parece que se juega con la memoria corta del público – Exxon logró reducir la pena de más de $5,000 M USD impuesta por un jurado en 1994, a menos de $508 millones USD en Junio del 2008 apelando a la Suprema Corte (aún en la administración Bush). En Junio del 2009 un juez federal ordenó pagar $480 M USD adicionales. ¡Vaya descuento!.

Pero, ¿qué puede causar un desastre de tales dimensiones?  Una pista nos la da el mismo Ken Salazar, cuando revela el contenido del reporte de una investigación iniciada en el 2007, en donde se encontró que empleados del Servicio de Administración de Minerales (MMS) “aceptaron boletos para eventos, almuerzos y otros regalos de firmas petroleras y de gas” (Mural, Mayo 24 2010).

Por otro lado, el periódico New York Times (NYT) reporta en su edición del 13 de Mayo, que esta entidad federal otorgó permisos a BP y a “docenas de otras compañías petroleras” para perforar en el Golfo sin antes obtener los permisos requeridos por parte de otra agencia que evalúa amenazas a especies amenazadas y a pesar de fuertes advertencias por parte de esta agencia sobre los impactos que esas perforaciones tendrían en el Golfo.

El NYT reporta que los ejecutivos del MMS rutinariamente desautorizaban las recomendaciones de sus propios ingenieros y biólogos sobre los riesgos de seguridad y el impacto ambiental de perforar en el Golfo y en Alaska. ¡Increíble! O mejor dicho, completamente inaceptable.

Es decir, los procesos estaban ya diseñados para prevenir incidentes como éste, sólo que evidentemente no se siguieron: aparentemente por corrupción de funcionarios públicos y de grandes empresas que los compraron  para asegurar la satisfacción de sus intereses particulares… ¿dónde hemos oído eso antes?  Intereses individuales de corto plazo imponiéndose contra el bien común. Es cada vez más evidente la necesidad de combatir y eliminar a la corrupción como el primer paso para fortalecer a las instituciones, públicas o privadas, y finalmente a la sociedad en general.

El CEO de BP, Tony Haward, dice en un comunicado que es “simplemente muy pronto para (y no nos corresponde) señalar a un culpable”. Tal vez tiene razón: al final los culpables somos todos los que apoyamos un sistema que tolera la corrupción.

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

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