Las ciudades son más importantes que las naciones. Entrevista con Alain Bourdin

Alain Bourdin

Las ciudades son más importantes que las naciones. Entrevista con Alain Bourdin

– Edición 403

Alain Bourdin

El crecimiento de las grandes metrópolis obliga a revisar los paradigmas de la sociedad: el individuo y la familia. Pero también, el espacio y el patrimonio histórico de los centros urbanos deben ser vistos desde nuevas perspectivas. Tal es el tema de trabajo del francés Alain Bourdin, quien hablo en entrevista con MAGIS sobre los desafios que enfrentan las grandes ciudades y sus habitantes en el contexto presente de la globalización.


“Hoy el individuo es el centro del mundo”: es la premisa central del libro La metrópoli de los individuos (ITESO), del sociólogo urbano francés Alain Bourdin, quien recientemente estuvo en Guadalajara. La contundencia de tal afirmación no sería entendible sin el desarrollo de las ciudades, y en particular de las metrópolis, que, en el entorno global, rompen con la noción de sociedades cerradas, estructuradas por medio de instituciones y sistemas normativos. “Ya nadie cree que existan leyes generales que regulen el funcionamiento de las sociedades, y menos aún de la historia”, sostiene el académico avecindado en París. En este sentido, la metrópoli contemporánea es, según sus palabras, “la gran ciudad conectada al mundo, aquella que debe su existencia al hecho de que constituya un cruce de flujos de toda índole, y no al hecho de que controle un territorio”.


Profesor del Instituto Francés de Urbanismo, en donde llevó a cabo el taller sobre Teoría de las mutaciones urbanas, Bourdin cristalizó en este libro su experiencia de investigación, así como la de un puñado de colegas suyos. A continuación presentamos una conversación derivada en buena medida de la charla que sostuvo en la Casa ITESO Clavigero con la socióloga Rossana Reguillo y con el arquitecto Juan Lanzagorta, en el marco de la Cátedra Alain Touraine.


Usted habla de que fue en el Berlín del siglo XIX cuando el individuo se convirtió en el centro de la sociedad.
Efectivamente, esto está ligado a la creación del imperio alemán, precisamente cuando Prusia se anexó a las otras partes de lo que es hoy en día Alemania. Berlín era la capital y todos esos hechos históricos hicieron que Berlín tuviera un crecimiento demográfico vertiginoso. Hay que señalar que es la época en que comenzó la sociología: los sociólogos alemanes se interesaron por estudiar esa nueva sociedad alemana que estaba naciendo con el imperio, y fue entonces que descubrieron la importancia del individuo en esta nueva sociedad, y después se llevaron estos conceptos a Estados Unidos, concretamente a la Escuela de Chicago.



En su libro señala que “la civilización designa amplios conjuntos abarcadores, que no necesariamente determinan sociedades nacionales claramente definidas, ni territorios delimitados”.
¿Esta idea de que el individuo comienza a ser el centro de la sociedad vuelve obsoleta la división del mundo en países?
Hay dos respuestas: una sociológica y una política. Desde el punto de vista sociológico es verdad que el modo de estructuración social hace que las ciudades sean más importantes que las naciones en sí. La segunda respuesta, la política, es que una sociedad del individuo, que es también una sociedad de mercado, requiere un Estado que la regule, por tanto el Estado tiene un papel que desempeñar, y una utilidad. Lo que planteo en mi libro es reinventar el papel del Estado en la sociedad.


¿Toda ciudad de gran crecimiento tiene vocación de metrópoli?
No. Yo pienso justamente que podemos tener ciudades con grandes concentraciones de población que no serán metrópolis porque no tienen el dinamismo económico ni social para devenir en metrópolis. Por ejemplo El Cairo, la capital de Egipto, es una ciudad muy grande pero no reúne las características para ser una metrópoli, y quizá nunca lo sea.


En una parte de su libro habla sobre Nueva York como la metrópoli “global” por excelencia (que ofrece concentración y multiplicidad de oportunidades y recursos, apertura, accesibilidad al resto del mundo, así como capacidad de aceptación y de integración de la diversidad). ¿Considera que los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 son un parteaguas para repensar el concepto de ciudad?
Pienso que el 11-S es un acontecimiento importante, pero que está sobrevaluado. Se le ha dado una importancia exagerada debido a razones políticas. Y yo pediría en ese caso la explicitación de las razones políticas. Considero que hay una contradicción y un conflicto entre las dinámicas urbanas metropolitanas actuales y las tentativas de cerrar ciudades. Y creo precisamente que aquellos que quieren cerrar el mundo o alguna parte del mundo se sirven del 11-S para justificar esto.



La migración es un tema ligado al de la metrópoli. Usted propone que es posible incorporar a los migrantes desde una perspectiva diferente a la del racismo.
Sí, creo que la migración bien puede ser portadora de riqueza. Desde luego que la migración implica el derecho de ser cosmopolita. No se pueden evitar las dificultades; sí las va a haber, pero en la medida en que se valore una sociedad cosmopolita se facilitará la solución del problema. Hay muchísimo trabajo por hacer para concienciar sobre la valorización de una sociedad cosmopolita. Y agregaría que la defensa de las identidades puede, en un momento dado, trabajar en contra de una sociedad cosmopolita. Hay que tener cuidado con eso.


Curiosamente, México es un país cuyos intelectuales han pensado y repensado el tema de la identidad. Octavio Paz, por ejemplo.
No conozco bien México, pero alcanzo a ver que el tema de la identidad es importante para ustedes por dos razones: el problema de la vecindad con Estados Unidos y el problema de las etnias indígenas. Pero esto no es forzosamente negativo, ya que en última instancia podemos cuestionarnos a nosotros mismos nuestra identidad, al mismo tiempo que nos cuestionamos sobre el tema del cosmopolitismo. 



El caos de la metrópoli como detonador de procesos creativos de reorganización social es otro de los muchos temas que aborda en su libro. ¿Considera usted las favelas brasileñas un caso paradigmático en América Latina, en donde se están dando soluciones creativas a problemas sociales específicos?
Yo no diría eso, pero tal vez las favelas sí podrían decirlo. Diría que la creatividad en las favelas también incluye a los narcotraficantes, a los pandilleros. En las favelas es posible encontrar una creatividad social extraordinaria, aunque no se puede generalizar.


¿Podría poner un ejemplo del caos como un detonador de procesos creativos relacionado con alguna metrópoli del primer mundo?
Para responder a esa pregunta tengo que aclarar que el término “caos” es ambiguo. Hay tipos de desorden bastante diferentes. Hay formas de caos que impiden cualquier forma de organización. Por otra parte, hay formas de caos que dejan abierta la puerta a innovaciones. En algunas ciudades perdidas de Marruecos la pobreza es tal que no permite ningún tipo de organización de nada; por el contrario, en París hay un barrio histórico, tradicionalmente centrado en la venta al mayoreo de ropa, y esta actividad se ha desplomado y en su lugar ha llegado una serie de empresas de computación e informática, sobre todo pequeñas; dichas empresas se establecieron ahí debido a la degradación del barrio y han tenido un éxito tal que ya se habla de ese barrio comparándolo con el Silicon Valley californiano. Esas empresas jamás hubieran tenido la oportunidad de surgir si no hubiera existido este barrio degradado, y por ende, con rentas muy bajas.


Durante la presentación de su libro se habló del problema que enfrentamos como sociedades en relación con el debilitamiento de ciertas estructuras como la familia, por ejemplo.
En las sociedades europeas, definitivamente, la familia ha perdido importancia. Al ocurrir esto se debilita el sentimiento de pertenencia. En un momento dado se pensó que la familia iba a desaparecer; sin embargo, lo que ocurrió fue que la familia se redefinió. De hecho, la familia es una red de individuos con relaciones muy sólidas, pero ya no es una institución. Esto se traduce, por ejemplo, en que en las relaciones entre padres e hijos el lazo afectivo sigue fuerte, pero es cada vez más difícil para los padres ejercer su papel de educadores. Las familias existen como el conjunto de lazos afectivos, pero de ninguna manera existen ya como una institución que organiza las cosas.



Señaló también que sobrevalorar el patrimonio es una enfermedad social grave ¿podría ahondar al respecto?
México y Egipto son quizá los únicos países que pueden decir que tienen tanto patrimonio como Europa, o quizá aún más. Definitivamente, México tiene una fuerza muy grande, precisamente por todo ese patrimonio, y de ninguna manera podemos reprocharle que se sirva de esa fuerza. Pero ello no impide la enorme importancia que se da al patrimonio en el mundo entero.


¿Pero por qué considera que la sobrevaloración del patrimonio tiene efectos negativos?
Porque la lógica de la conservación del patrimonio tiene que ver con detener el mundo, y el mundo no puede sobrevivir sin evolución y cambio. Entonces, cuando yo decido conservar el patrimonio estoy yendo en contra de la evolución del mundo. En lo personal, soy totalmente partidario de la defensa del patrimonio, pero no cuando se rebasan ciertos límites. Eso sería el fin de la humanidad.


¿Habría, entonces, que encontrar un término medio?
Sí, absolutamente. Ese término medio consiste en seleccionar cuál es el patrimonio que se va a conservar. Ése es el reto. Me preocupa mucho el hecho de que no se quiera escoger.


¿De qué manera está usted interesado en el estudio de la metrópoli en su relación con ese contexto que la hace sustentable, como pueden ser los recursos naturales, ahora que el tema de la ecología se ha vuelto tan urgente?
Definitivamente este concepto del desarrollo sustentable se va a plantear, y ante todo en las grandes ciudades. 



¿Pero el asunto de la sustentabilidad no es esencial en el estudio y el análisis de las metrópolis?
Todavía no, pero va a llegar a serlo. Hablando concretamente del calentamiento global, esto se va a plantear en las metrópolis desde un punto de vista económico y social, pero también tomando en cuenta a la industria. Eso va a estar en juego en la industria y en la construcción de casas habitación, y también en el transporte. El segundo aspecto es la cuestión de la contaminación y la relación entre contaminación y agua. Y hablando de eso, veamos el caso de la California, en donde el problema del agua es grave, crítico, en ciudades como Los Ángeles y San Francisco.


Durante la presentación de su libro habló sobre el asunto de rehacer ciudades donde ya existe una. Es una necesidad que tal vez exista en gran parte de las ciudades latinoamericanas, que no han tenido una debida planeación urbana.
Definitivamente, para hacer la ciudad sobre la ciudad hay que encontrar lugares de oportunidad. Estos lugares pueden ser, por ejemplo, los puertos, ya que los puertos cambian, dejando muchos espacios disponibles, liberando lugares. Por ejemplo, Río de Janeiro: el puerto industrial cambió de lugar dejando liberados muchos espacios. Ahí es justo donde se pueden hacer grandes trabajos de desarrollo urbano. Otro ejemplo podría ser el actual aeropuerto de la ciudad de México: el lugar que dejaría libre sería un lugar ideal para hacer grandes obras. Asimismo, los asentamientos irregulares son lugares en donde se puede aprovechar para hacer desarrollos, pero no de grandes obras, sino de tipo ligero.


¿Se atrevería a dar sus impresiones sobre Guadalajara? El arquitecto Juan Lanzagorta decía que la capital tapatía está a medio camino entre una ciudad provinciana y una metrópoli.
Voy a tratar de responder de manera seria, y puede que te decepcione mi respuesta. Esta ciudad me causa una impresión que no alcanzo a expresar. Se parece a muchas otras ciudades, pero tiene ciertas especificidades y no alcanzo a precisar.


¿Cómo cuáles, por ejemplo?
Me da la impresión de ser una ciudad muy grande, pero a la vez muy tranquila. Pero si me invitan 15 días a estar aquí, podría hacer un poco de análisis, y responder esa pregunta (risas). m.
 


 

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

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