Cuestión de conciencia

«Watson», la potente creación de IBM.

Cuestión de conciencia

– Edición 456

La experiencia subjetiva es la más difícil de explicar, porque los humanos tenemos diferentes grados de conciencia en diferentes momentos de la vida. ¿Cómo podemos entonces explicar distintos índices de conciencia?

Algo que nos ayuda a establecer una relación entre la materia y lo no material es la conciencia. Si estás entendiendo estas palabras, eres consciente. Sin embargo, aun cuando podemos percibir que la conciencia existe, estudiarla ha sido un verdadero reto para los científicos, pues no se puede ver, tocar o contar, y si no se puede contar, entonces explicarla en aras del avance de la ciencia tiene alto grado de complejidad.

El reconocido filósofo David Chalmers, de la Universidad de Nueva York, menciona dos características que es necesario explicar cuando nos referimos a la conciencia. La primera es que ésta es procesamiento de información y también es experiencia subjetiva; ambas simultáneas. Al entender la primera característica hemos avanzado significativamente, pues ya procesamos información de manera exitosa en sistemas artificiales, como lo son las computadoras. Tenemos, por ejemplo, softwares tan complejos, como los llamados redes neuronales, que analizan inmensas cantidades de datos: como Watson, de IBM, que juegan ajedrez e incluso son capaces de manejar un automóvil.

Sin embargo, la segunda característica que menciona Chalmers, la de la experiencia subjetiva, es la más difícil de explicar. Sabemos, por ejemplo, que los humanos tenemos un grado de conciencia superior al de los animales, procesamos más información y parece que tenemos percepciones más complejas. Los humanos tenemos diferentes grados de conciencia en diferentes momentos de la vida, por ejemplo, en un sueño profundo. ¿Cómo podemos entonces explicar distintos índices de conciencia?

En 2004, Giulio Tononi, un reconocido neurocientífico de la Universidad de Wisconsin, publicó la Teoría de la Integración de la Información (TII), con la que logró dar una solución matemática a esta última pregunta y, por supuesto, causó sensación en el mundo de la ciencia. Tonino cuantificó el procesamiento de información y la experiencia subjetiva y lo agrupó en un índice de conciencia al que llamó ɸ (phi). Tonino ha descrito exitosamente diferentes índices de conciencia: por ejemplo, cuando una persona está en sueño profundo y el índice de percepción subjetiva disminuye, o cuando ɸ aumenta porque la misma persona está en estado de vigilia. De igual forma, la TII está logrando describir el índice de conciencia de personas sedadas con anestésicos o en estados de coma. ɸ está demostrando ser una gran herramienta para el estudio y la aplicación de la medicina.

La TII se vuelve aún más interesante cuando se suma a la física cuántica. Max Tegmark, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, publicó el año pasado la explicación de cómo la conciencia es una propiedad emergente de las partículas, así como el electromagnetismo o la viscosidad. Tegmark afirma que la conciencia surge como resultado del flujo de información y la compara con las ondas que, en diferentes estados de la materia, se expresan de maneras distintas. Finalmente, explica que para que de un flujo de información surja la experiencia subjetiva y se logre la conciencia como la conocemos, éste debe cumplir con una serie de propiedades: capacidad de almacenamiento y procesamiento, independencia intrínseca e integración de sus partes.

Quedan muchas dudas que resolver: por ejemplo, cuál es el índice máximo de conciencia al que se puede llegar: ¿un humano en vigilia es la máxima expresión de ɸ?, o, ¿hay más? ¿Es posible que las máquinas, si cumplen con las propiedades que menciona Tegmark, se vuelvan conscientes? Y es emocionante saber que la neurociencia y la física se han aliado para explicar el tema nodal de la existencia de una vez por todas. m.

 

Para saber más

:: The Conscious Mind: In Search of the Fundamental Theory, de David Chalmers, Oxford University Press, Nueva York, 1996.

:: “Consciousness as a State of Matter”, de Max Tegmark, en Chaos, Solitons & Fractals, vol. 76, julio de 2015, pp. 238-270.

:: “An Information Integration Theory of Consciousness”, de Giulio Tononi, en BMC Neuroscience, núm. 5, 2004, p. 42.

:: David Chalmers en una plática TED acerca las teorías de la conciencia desde la física cuántica.

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

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