Lorena

Lorena

– Edición


Todavía no lo creo: la  mayor exponente nacional en  el escenario deportivo universal anuncia un  repentino adiós. Una joven de 28 años, con  157 semanas consecutivas como número uno de la LPGA,  27  torneos ganados, 4  veces considerada la  Mejor Jugadora del Año,  dos Masters en su bolsa.  Como ninguna otra atleta mexicana  contemporánea -tal vez sólo Ana Gabriela Guevara-,  su figura marcó un parteaguas  definitivo en  el impacto social y mediático de este deporte de perfil elitista.   Antes  de Lorena, golf   era una expresión ausente en nuestro vocabulario y un negocio diminuto. Hoy su nombre  traduce  los más altos  códigos de exigencia individual,  capacidad competitiva, temple y  actitud mental que se requieren para alcanzar la cúspide.  Más que admiración por la  impresionante aventura individual  de la tapatía,  el hondo reconocimiento a sus virtudes humanas,  difícilmente replicables en  atletas  exitosos.  Mientras se situaba como la mejor golfista del mundo,  Lorena   construyó, con  sobriedad, buen humor y  acciones solidarias, un perfil prácticamente irrepetible en nuestro ámbito. En su vida pública,  ha privado la humildad de quien  sabiendo lo que  tiene y quiere,  lo comparte.  Por mucho tiempo  guardaremos vivos los rasgos de  su grandeza deportiva: potencia en los greens, perseverancia y consistencia  en el manejo del bastón, sutil encanto. Pocas trayectorias individuales  han generado en tan poco tiempo  el nivel de trascendencia deportiva – y por supuesto económica: más de 14 millones de dólares  de ganancias en torneos- como la  de Lorena.  Es hora de hacer una pausa para su vida familiar. Algo me dice que no resitirá la tentación de regresar.

1 comentario

  1. Algo me sabe mal de este
    Algo me sabe mal de este adiós de Lorena. Aunque es difícil hallar el origen del resabio porque uno la ve lagrimeando en la conferencia de prensa y se recuerda que es intachable. La memoria no me alcanza para acordarme de quien dijo que la fuerza de una vocación es lo único capaz de igualarse a las pasiones arrebatadoras.
    Por ello, con Lorena uno se queda a medias. Siente que le faltó el hambre voraz de aquellos talentos naturales que quieren lacarse en su deporte hasta que su nombre sea epónimo de la disciplina.
    Los medios, por su lado, desperdiciaron -otra vez, como con Ana Guevara y el atletismo- la oportunidad de ampliar sus opciones, de diversificar los gustos. Creo que son coyunturas para convocar la atención y lograr que, cuando la figura se jubile, permanezca un público amplio que siga el deporte por afición y ya no por nacionalismo.
    ¿Son esos triunfadores, como Lorena, los que nos deben enseñar que los pequeños logros son los perdurables? ¿Que estamos todos necesitados de regresar a lo esencial? Lo siento. Yo no soy partidario de esto. La hubiera preferido dejando más hazañas en los greens y con desaguisados en la vida personal.
    Al encaminarse a los éxitos privados, se incapacitó para inspirarnos.
    Un gran abrazo. Felicidades por tu blog.
    JNR

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MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

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