Guillermo Rosas Bellido, nuevo jefe de la Oficina de Egresados, está convencido de que se puede potenciar la vinculación entre el ITESO y sus egresados. “La nostalgia no basta. Tenemos que darles nuevos valores, que los hagan decir ‘esa es una buena razón para volver al ITESO’”.

La comunidad del ITESO es grande. Y está presente más allá de los límites del campus: según los registros, existen aproximadamente 35 mil egresados. De ellos, 54 por ciento son hombres y 46 por ciento mujeres; además, 60 por ciento son menores de 40 años. ¿Quiénes han llevado alto el nombre de la universidad? ¿Cuántos radican en el extranjero? ¿Quiénes están inmersos en proyectos sociales y cómo pueden sumarse otros egresados para colaborar? Todos esos datos están por saberse.

Guillermo Rosas Bellido, que desde hace unos días tiene a su cargo la Oficina de Egresados, está convencido de que estos números significan todavía más cuando se visualizan como un punto de partida para potenciar la vinculación entre el ITESO y sus egresados. Y es que, dice, “la nostalgia no basta. Tenemos que darles nuevos valores, que los hagan decir ‘esa es una buena razón para volver al ITESO’”.

Licenciado en Administración y egresado del ITESO en 1992,  él encontró la razón para volver a la Universidad desde 1995, colaborando como profesor de asignatura en materias de publicidad, mercadotecnia y relaciones públicas. Fue nombrado profesor titular en 2000. Su nueva razón es darle un nuevo impulso a la misión del egresado, y su punto de partida es la transformación de esa base de datos en una serie de contactos profesionales que vinculen a toda la comunidad universitaria donde sea que estén. “Lo primero es saber dónde están y qué hacen. Si no sabemos a qué se dedican y cuáles son sus intereses, ¿cómo vamos a ofrecerles programas que los vinculen nuevamente a su universidad?”, explica.

Uno de los proyectos a corto plazo es desarrollar una aplicación para móviles en la que cualquier egresado o miembro de la comunidad universitaria ITESO pueda  alimentar la base de datos de otros egresados con sus proyectos. “Sin importar el momento y el lugar en el que nos encontremos, queremos que cualquiera de nosotros pueda vincularse  con otros egresados”.

Objetivos, paso por paso

Antes de que las redes sociales nos dieran la oportunidad de localizar a cualquier persona en cualquier lugar del mundo, la base de datos de egresados fungía como  la conexión más cercana entre ellos. Este servicio, además de la credencial de egresados y el acceso al campus, eran los principales beneficios con los que contaba un estudiante graduado del ITESO.

Con este antecedente, Rosas tiene cinco objetivos concretos para continuar con el esfuerzo de vinculación.

El primero es crear plataformas virtuales de trabajo e intercambio de servicios entre los egresados. Los lazos de networking se podrán realizar de manera remota, con la intención de propiciar espacios de convivencia entre egresados. “Si vas a hacer negocios, hazlos con gente que tiene la misma visión de justicia y compromiso social”. 

La relación entre egresados y universidad no solo tiene que ser de negocios. Por eso, el segundo objetivo consiste en realizar actividades que mejoren su calidad de vida y propicien nuevas amistades y redes persona a persona. La idea es diseñar campamentos de hijos de egresados, eventos deportivos y sociales que construyan una comunidad que comparte las mismas etapas de vida, pero que también los acerque a diferentes perspectivas que enriquezcan su visión del mundo.

Educar Educándonos y Vive el Mundo ITESO son proyectos en los que la Oficina de Egresados seguirá involucrándose, pero Guillermo Rosas planea ampliar los procesos de formación de manera muy específica y más allá de diplomados y posgrados. Éste será el tercer objetivo, y para ello es necesario diversificar sus ofertas. “No podemos seguir tratando a los egresados como un bloque, ofreciéndoles la misma comunicación y actividades. Tenemos que personalizarlas lo más posible”, puntualiza.

Rosas tiene muchas ideas para ello, como la ofrecer a los egresados fundadores cursos que no estaban en sus programas de estudios, conferencias para padres jóvenes, cursos en horarios flexibles para egresados preocupados por mejorar su estabilidad económica, entre otros.

El cuarto objetivo es promover que realmente aprovechen la infraestructura del ITESO, no sólo en servicios muy solicitados como la Biblioteca o el gimnasio, sino a nivel empresarial. Que se acerquen a los beneficios del Centro Universidad Empresa, que impulsen la colaboración con alumnos de Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) y que enriquezcan su aportación a la sociedad.

Si algo caracteriza a un estudiante del ITESO es su compromiso de transformar su realidad desde su carrera universitaria a través de los voluntariados o hasta en las misiones jesuitas en comunidades indígenas. Entonces, el quinto objetivo es involucrar a los egresados en proyectos de intervención social por medio de voluntariados cercanos a su propia comunidad. “Queremos que todos los egresados impacten, no en Chiapas, sino directamente aquí”, dice Rosas. “Aquí hay muchas cosas qué hacer y el egresado del ITESO tiene muchas ganas de participar en ese tipo de proyectos que tienen que ver con el espíritu de la Universidad”.

Transformar en tiempo presente

“La relación con el egresado no comienza cuando se va: se debe construir desde el momento en que pisa el ITESO como alumno”, declara Guillermo Rosas. “Dejemos de ver al egresado como un producto terminado: es una persona que sigue creciendo y podemos acompañarlo”.

En opinión del jefe de la Oficina de Egresados, este acompañamiento es el que proporcionan los maestros, el personal administrativo y los propios compañeros de clase. La comunidad universitaria es la primera en transmitir el orgullo y la pasión por su universidad y ésta sólo puede mantener el fuego que se inició durante sus estudios.

Esta relación entre el egresado y el ITESO tiene que ser más madura y crecer en conjunto para seguir impactando a la sociedad de manera positiva. Así, el egresado se convierte en aliado; es él quien emplea a otros egresados, quien enseña en sus aulas y quien vincula la visión jesuita con el mundo.

“Nuestros alumnos son libres para transformar, pero los egresados viven esa frase en presente”, explica Rosas. “Hoy, los egresados son libres transformando. De ahí nuestro nombre: Egresados ITESO, Comunidad que Transforma”.