A propósito de los días que vivimos con influenza real y mediática, el tema de las epidemias pasó de las efemérides a las espacios principales de los medios de comunicación mexicanos. Las revistas Letras Libres, Nexos y otras publicaciones dedicaron los principales artículos de sus entregas de junio y julio al tema de la influenza y sus implicaciones en la vida social, económica, política y cultural en México.

De repente, casi todos nos sentimos expertos en el virus H1N1 y la epidemiología. Cualquiera podía en charlas de café – o en la sobremesa permanente llamada facebook – presumir ser un experto en la gripe española de principios del siglo XX; las reacciones secundarias del tamiflú o las mejores medidas para evitar su propagación. Sin embargo, la realidad es que muchos no sabemos distinguir bien a bien entre un virus y una bacteria; confundimos el ADN con el ARN o pensamos que el genoma humano es un nuevo medicamento desarrollado por Genoma Lab.  

La influenza no sólo mostró nuestras limitaciones como sociedad y gobierno para atender situaciones sanitarias urgentes, también hizo visible nuestra ignorancia social (y en muchos casos individual) respecto a la biología, las epidemias y los virus en particular. Por esta razón, es muy recomendable la lectura de “Al filo de la navaja”; un texto de Antonio Lazcano, publicado en la edición de la revista Nexos de julio,  (lo pueden ver en www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=576  ) sobre epidemias, políticas de salud y evolución.  Una de las conclusiones de su breve ensayo es: en el año en que celebramos el 150 aniversario de la publicación del Origen de las especies, de Charles Darwin:  la aparición del virus de la influenza vino a recordarnos que la evolución biológica ni tiene metas ni objetivos, y que no está restringida al descubrimiento de huesos de mamut en las excavaciones del metro, sino que se da a lo largo y ancho de la biósfera, incluyendo los patógenos, de cuya existencia nos percatamos únicamente cuando nos enfermamos”

Antonio Lazcano estudió biología en UNAM en donde también obtuvo su doctorado en ciencias. Es investigador de tiempo completo en la misma universidad.  Es el biólogo mexicano con mayor reconocimiento en las ligas mayores de la investigación científica mundial. Lazcano ha publicado más de un centenar de trabajos de investigación sobre el origen y la evolución temprana de la vida, en revistas científicas internacionales como Science, Journal of Molecular Evolution o American Scientist.