Tras la cámara

Tras la cámara

– Edición

 Hace algunos días inicié, con un grupo de amigos y amigas, un taller de documental. El primer ejercicio que llevamos a cabo consistió en registrar a lo largo de un minuto y con la cámara fija, “parcelas” de realidad. Al estilo de los Lumière y como el hombre de la cámara de El hombre de la cámara (Chelovek s kino-apparatom, 1929) de Dziga Vertov, salimos a las calles con los objetivos de nuestras cámaras por delante y con el objetivo de grabar estampas que de alguna u otra forma hablen de Guadalajara. Los resultados han sido sorprendentes, pero aún más los procesos.

         Hace mucho tiempo que yo no salía a la calle “armado” con una cámara, y ya había olvidado la maravilla de emplazarse y con ella asumir una actitud contemplativa. Llevar una cámara supone un cambio de actitud sustancial en la forma de vivir el espacio y la gente, lo que se ve y con los que se convive. Apenas uno tiene la paciencia de colocar la cámara sobre el tripié, establecer un encuadre, ajustar foco y exposición, y es cuestión de oprimir el botón de grabar para que la indiferencia del citadino apurado quede a un lado y frente al lente desfilen las maravillas. Constatar esto no deja de ser un lugar común, pero es grato experimentarlo.

         El escritor Julio Cortázar lo anotó en más de una ocasión: lo extraordinario surge de entre lo cotidiano, ante el ojo atento (y en “Las babas del diablo” deja constancia del prodigio de ubicarse en la realidad con una cámara de fotografía). También es ilustrativa, en este aspecto, la obra del artista plástico Gabriel Orozco, el valor de cuya obra radica en buena medida en la posibilidad de encontrar puntos de vista más o menos insólitos y desde ellos mirar lo inimaginable. Es, no está de más traer a cuento, lo que el cineasta Woody Allen nos deja ver de su amada Nueva York, los espacios que escoge para ubicar sus historias: incluso si la cámara se pasea por los sitios emblemáticos y revisitados de la ciudad, la perspectiva del que está detrás de la cámara revela fragmentos de la urbe que seguramente son indiferentes al neoyorquino con prisa y no alcanza a ver el turista al que se le hace tarde para ir a ver una obra a Broadway.

         Sí, lo extraordinario está ahí, al alcance de la cámara, que es un medio provechoso para los que somos insensibles al volante y sólo experimentamos emociones mientras le mentamos la madre a ese idiota apresurado que se cruzó con su carro frente a nuestro carro. Tras la cámara, herramienta que puede sensibilizar a más de un insensible, incluso Guadalajara, poblada y atascada por autos conducidos, uno supone, por seres humanos, puede resultar extraordinaria. Ya lo veremos…  

MAGIS, año LX, No. 498, marzo-abril 2024, es una publicación electrónica bimestral editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO), Periférico Sur Manuel Gómez Morín 8585, Col. ITESO, Tlaquepaque, Jal., México, C.P. 45604, tel. + 52 (33) 3669-3486. Editor responsable: Humberto Orozco Barba. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2018-012310293000-203, ISSN: 2594-0872, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Edgar Velasco, 1 de marzo de 2024.

El contenido es responsabilidad de los autores. Se permite la reproducción previa autorización del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, A.C. (ITESO).

Notice: This translation is automatically generated by Google.